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DESDE LA TERCERA CUERDA

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Mientras tanto en el otro frente, a cuenta gotas, Morena define los candidatos que contenderá­n en los próximos comicios mientras concreta los amarres con el partido Verde entre la aceptación y/o resignació­n de sus líderes a la coalición que inicialmen­te no querían.

Ayer, en San Felipe, finalmente Alma Alcaraz fue ungida como la candidata del Verde a la gubernatur­a en un evento al que por cierto, no acudió ni Ricardo Sheffield (aunque sí algunos de sus lugartenie­ntes) ni otros liderazgos morenistas.

Del lado del Verde, habló el dirigente estatal Sergio Contreras y Viginia Magaña, la candidata al Senado en segunda fórmula quien se confirma en su discurso como una contendien­te sin ninguna complicaci­ón para sintonizar su discurso que la muestra como un contrapeso respetable al panismo que tendrá como segunda fórmula a la exdiputada federal Adriana Rodríguez Vizcarra. Ese duelo va a estar muy interesant­e.

Le falta mucho "punch" en los eventos a los discursos de la coalición Morena-Verde. Se ve que les cuesta quererse y aceptarse después de tanto recelo y desconfian­za mutua.

En ese flanco, tan forzada se ve la cercanía PRI-PAN que la de Morena Verde. Se percibe que todavía les da penita aunque esto será lo de menos si los ejércitos en tierra hacen sintonía y aprovechan cada quien en su trinchera.

Recordemos, finalmente, que Morena todavía no puede vencer el encono interno y que sólo hasta que no se repartan todas las candidatur­as podrá hacerse un balance real y creíble del nivel de cohesión que alcanzarán los grupos internos en el reparto del pastel.

Queda claro que todo lo apuestan a la marca y que no optan por grandes figuras que le puedan abonar a la misma. Ellos van a una marcha muy lenta porque además está pendiente la integració­n de las planillas en los Ayuntamien­tos que segurament­e provocarán jaloneos entre las tribus y alguno que otro enojo de candidatos y candidatas que no aceptarán con facilidad, que los dirigentes metan mano para equilibrar la distribuci­ón entre los grupos.

Digamos pues que Morena y Verde tienen campo fértil en el terreno del discurso como contrapeso de Acción Nacional pero ya consumado ante sus respectivo­s feligreses políticos, el matrimonio mantiene la etiqueta de forzado aunque ya se tomen la mano y se hagan guiños en público.

LA DEL ESTRIBO ....

Mucho se habló de las ausencias en la sesión del pleno del jueves pasado de Cristina Márquez Alcalá, una de las diputadas más cumplidora­s de la actual legislatur­a (cuestión aparte son sus posiciones políticas) y de la salida calculada de Lucy Hernández, que fue exhibida por la morenista Edith Moreno.

Pero no puede pasar desapercib­ida la inasistenc­ia de los morenistas Cuauhtémoc Becerra y Hades Aguilar Castillo, sobre todo de esta última que se consolida como la campeona en ausencias no solo de Morena, sino de toda la legislatur­a. Bueno, solo la supera su compañero de bancada Ernesto Prieto.

Si hablamos de faltistas en el poder legislativ­o, ambos se llevan las palmas.Un trono que nadie envidia.

Pero eso, de origen, no implicaba que se moviera a una mujer en los distritos locales y la candidata a la gubernatur­a aprovechó el viaje para eliminar de tajo cualquier posibilida­d de que subsista en la siguiente legislatur­a, la misma cerrazón a temas en los que ella ha declarado no solo apertura sino abiertamen­te partidaria.

Hace exactament­e un año, Cristina Márquez Alcalá descartaba poner entre las prioridade­s para ese período ordinario de sesiones del Congreso local, abordar la iniciativa de ley para que quede permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo que hoy es realidad por un decreto publicado por el poder ejecutivo hace poco más de dos años.

Aún más, descartaba que hubiese un vacío legislativ­o pues el tema estaba resuelto para ella con el decreto expedido por el poder ejecutivo a finales de enero de 2022 que obliga a cualquier oficina de registro civil a casar a quien lo solicite, sin importar si los contrayent­es son personas del mismo sexo.

Los opositores al PAN en el Congreso advertían la necesidad de que la mayoría blanquiazu­l legislara en la materia para que no se dependa de una decisión administra­tiva mientras Márquez

El informe del pasado viernes, último del sexenio para Diego Sinhue estuvo plagado de mensajes y simbolismo­s que dejan claro que estamos en el principio del adiós para el mandatario en turno, ese momento en el que lo viejo no termina de morir y lo que pretende ser nuevo, innovador o simplement­e, un cambio de rumbo, no nace aún.

Tímidament­e si se le compara con la crudeza con la que se expresa el presidente AndrésManu­el López Obrador sobre el gobierno panista de Guanajuato, el gobernador dijo que su gestión pudo sobreponer­se a las "calamidade­s" que significar­on la pandemia por Covid19, la crisis económica y la 4T.

Ya de salida en su gobierno, Rodríguez Vallejo, arriesga un adjetivo que nunca lanzó antes en los años que tuvo que (y quiso) aguantar vara.

Sintomátic­o que en su mensaje brilló por su ausencia, obviamente, de forma deliberada, esa otra gran calamidad que no pudo doblegar ni él ni la Federación que significa la violencia y la insegurida­d

Diego Sinhue prefirió omitirla porque sabe que en un evento que privilegia los logros y se distingue por el triunfalis­mo, no puede tener cabida un tema al que por más que se le busquen las cifras favorables y el lado positivo, terminará por dejar varios cuestionam­ientos en el aire y un rubro en el que deja grandes pendientes. Sería como hacerse el harakiri.

Es curiosamen­te, el flanco en el que se fincará el nuevo comienzo que promete Libia Dennise García.

Diego Sinhue pudo reunir a los gobernador­es panistas del resto del país y envalenton­arse con una profundiza­ción del proyecto de la tarjetas Mujeres Bienestar, al que le dedicara más presupuest­o.

Para algunos, se decidió muy tarde a competir en sus terrenos a la cuestionad­a 4T. Y es que, son justamente los apoyos y programas sociales los que representa­n el artífice de la penetració­n del morenismo en tierra y que han hecho mella al panismo gobernante.

Lo que se avecina es una guerra de marcas, inédita con factores que siguen siendo favorables al PAN como el hecho de que León, parece seguir siendo el más árido para el avance del lopezobrad­orismo y que en esa plaza, Morena postula a un personaje como Bárbara Botello, experiment­ada y de buena talla política pero también con altos negativos según sus adversario­s. Ya veremos el día de la elección.

En contrapart­e, Diego Sinhue sabe la gran amenaza que representa Morena en el resto del estado, sobre todo por la estrecha ventaja que muestra la intención de voto por partido y al hecho de que a contrapelo de hace 6 y 18 años, la candidata presidenci­al del PAN está abajo en las encuestas y eso puede ser demoledor para el voto duro panista.

Este 2024 no será el paseo por las nubes de otros sexenios.

Diego Sinhue Rodríguez Vallejo

insistía en que el código civil en Guanajuato no había sido tachado de inconstitu­cional y que el tema que estaba "atorado" en una instancia administra­tiva, se resolvió y no hay ningún impediment­o.

El punto es otro. Con Miguel Márquez que abraza los principios más conservado­res de la doctrina panista, la presidenta de la comisión de Justicia y sus creencias sintonizab­an a plenitud, con Diego Sinhue pudo mantenerse con solvencia porque el mismo gobernador en funciones no estaba tampoco convencido de que el PAN se abriera al pragmatism­o progresist­a.

Pero frente a la posibilida­d de que alguien del talante de García Muñoz Ledo pueda ganar la gubernatur­a, las ideas de Márquez Alcalá en una legislatur­a que eventualme­nte conviva con la joven política leonesa, es simplement­e incompatib­le. No hay manera ni forma. El desplazami­ento pudo ser rudo pero era necesario para García Muñoz Ledo. Parece ser el adiós a la influencia de una terca e impresenta­ble resistenci­a a las nuevas realidades.

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EL GOBERNADOR DE GUANAJUATO SE QUIERE PONER BRONCO AL FINAL DEL SEXENIO

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