MORENA: ENTRE DEFINICIONES Y DENUNCIAS
Alma Alcaraz Hernández está por iniciar su campaña por la gubernatura de Guanajuato bajo los colores de Morena y el Partido Verde, pero su posición como la principal contendiente opositora aún no está consolidada.
La etapa de precampaña e intercampaña, se ha ido en el acomodo de lugares, las apuradas negociaciones y las presiones a la Comisión Nacional de Elecciones, es por ello que la oferta política de la 4T para Guanajuato, no ha quedado del todo clara con designaciones electorales que parecen surgir bajo la urgencia y no sobre una línea concreta de perfiles.
Aunque se trate de candidaturas a Ayuntamientos, distritos locales y federales, las indefiniciones al final también identifican al partido que, por otro lado, comenzó con el despliegue de una extraña contracampaña que hace una parodia de las relaciones amorosas para pedirle a los electores que no voten por el PAN.
El problema es que estas campañas promocionales empleadas hasta ahora no necesariamente aumentan la posibilidad de votos para Morena.
Con todo el bagaje que Alcaraz Hernández ha acumulado en su trayectoria política, basar su campaña en la figura de López Obrador o en las críticas y denuncias contra los gobiernos del PAN, se ha vuelto insuficiente cuando se trata no sólo de superar la maquinaria oficial de Acción Nacional en Guanajuato, también de cambiar la percepción de un electorado.
Eso sí. La ventaja es que la candidata del Morena ha logrado el beneplácito del Partido Verde que el fin de semana pasado la ungió como su abanderada. Todo un logro luego del espinoso camino que transcurrieron con cercanos al candidato al senado, Ricardo Sheffield Padilla.