Contraretrato
SU PRESENCIA EN EL CONSEJO DIRECTIVO DEL SISTEMA DE AGUA POTABLE Y ALCANTARILLADO DE LEÓN (SAPAL) DURANTE LOS ÚLTIMOS OCHO AÑOS, DEBERÍA SER DE UN CONOCIMIENTO Y SEGUIMIENTO PLENOS PARA ENCONTRAR SALIDA A LA CARENCIA DEL VITAL LÍQUIDO EN LA CIUDAD MÁS GRANDE DE GUANAJUATO. POR EL CONTRARIO, HOY PRESIDE EL ORGANISMO SIN UN PLAN CLARO HACIA EL FUTURO.
Antonio Morfín Villalpando ha tenido en suerte ser el presidente de Sapal que debe enfrentar la falta de soluciones sustentables y viables, luego de años de insistencia infructuosa en el desarrollo de la Presa El Zapotillo, además del apremio generalizado por los famosos “tandeos” de agua potable.
Justo ayer, Sapal anunció las 46 colonias que se sumarán al servicio terciado desde las zonas de Cumbres, Bajío, Gran Jardín, Los Castillos e Insurgentes, que ya está vigente en 97 colonias de la zona norte desde el año pasado.
Como seguramente habrá escuchado, buena parte de los problemas hídricos de León radican en el abatimiento del acuífero de Valle de Señora, es por ello que un indicador ineludible de la dependencia que persiste hacia este sin otras medidas alternas, está en las negociaciones para sumar el agua de siete pozos en manos de particulares al esquema de abasto.
A fuerza de ser justos, no se pueden soslayar los pasos genuinos hacia adelante que el Sapal de Anotnio Morfín ha logrado en materia de reúso de agua, con las nuevas plantas tratadoras y los sistemas de nanotecnología, sin embargo, el sistema operador se mantiene con medidas coyunturales sin lograr aún un verdadero norte hacia el reabastecimiento de agua en León.