Contra retrato
NO FUE UN PRIISTA CUALQUIERA. DURANTE EL SEXENIO DE ENRIQUE PEÑA NIETO FUE UN HOMBRE CLAVE PARA LOS TRICOLORES EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS DONDE FUE SU COORDINADOR, DESPUÉS COMO VOCERO DE LA CAMPAÑA DE JOSÉ ANTONIO MEADE EN GUANAJUATO, TRATÓ DE SOBREPONERSE A LOS DESPLANTES DE LA DIRIGENCIA ESTATAL DE SU PARTIDO, AL QUE HACE POCO RENUNCIÓ.
Ricardo Ramírez Nieto ya se enfila como candidato de la alianza entre Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo por la diputación federal del distrito 09, en un cambio de bandera que tardó más de lo que esperaron cercanos suyos como Miguel Ángel Chico Herrera, pues todavía fue Secretario de Operación Política en el PRI ya con Ruth Tiscareño como dirigenta estatal.
Para 2021 la situación de Rampirez Nieto se volvió difusa en el PRI. Defraudado, tal como se sintió la noche de la elección presidencial de 2018, decidió separarse por un tiempo de la vida política, hasta que llegaron las definiciones de este año para la 4T en Guanajuato.
No se puede desligar su designación del control impuesto al grupo de cercanos a Ricardo Sheffield Padilla. Después de todo, su nombre vino a colación a través del Partido Verde cuyo dirigente, Sergio Conteras Guerrero, buscaba perfiles competitivos y experimentados para equilibrar fuerzas con los morenistas dentro de su coalición.
De esta manera Ramírez Nieto llegó a la 4T, sin desgarrarse la vestiduras y sin las tribulaciones de su antiguo partido. Ahora viene lo más importante, pues la competencia electoral lo coloca frente a otro experimentado Ricardo Ortiz Gutiérrez del PAN.