SALVATIERRA: UNA DETENCIÓN SIN CONSUELO
La señal inequívoca de la inacción se reflejó ayer en la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador. Aun con la parafernalia de rigor, se limitaron a repetir la información que la Fiscalía General del Estado difundió en sus redes sociales sobre la detención de dos de los presuntos implicados en la masacre de 11 personas en Salvatierra el 17 de diciembre de 2023.
Así de simple, se sumaron la 4T se sumó al muro que le tira piedras, e incluso buscaron acreditarse las acciones al sumarlas en el apartado de ‘Cero impunidad’, a través del subsecretario de seguridad pública, Luis Rodríguez Bucio, quien afirmó que la detención fue realizada “con apoyo del Ejército Mexicano”.
Pero la verdad es que la tranquilidad no llega para los salvaterrenses por diferentes razones. La primera y más básica tiene que ver con el número de sicarios que perpetraron aquel ataque en la Ex Hacienda de San José del Carmen; estos dos detenidos se han vuelto ínfimos para la gravedad de los delitos de alto impacto que se han suscitado en la región Laja Bajío.
La intranquilidad también cunde por la laxitud con la que se ha tomado el papel que desempeñaron los agentes de la policía municipal y estatal al momento del ataque, pues los testimonios que indican una presunta inacción de los agentes que se encontraban afuera del inmueble, se quedan todavía en el registro mediático pero no legal.
Más aún, la certidumbre no podría llegar a Salvatierra con un alcalde como Germán Cervantes Vega, que todavía se tomó la desfachatez de ofrecer el 20 por ciento para comprar el terreno donde se ubicaron las fosas clandestinas del barrio de San Juan, para que sea edificado el memorial de víctimas solicitado por colectivos y defensores de derechos humanos.
Definitivamente, aún no hay lugar para la calma en Salvatierra.