ZAMARRIPA Y ÁLVAR: ¿"NUEVO COMIENZO" VS "LOS MEJORES DEL PAÍS"?
No es que sea una disputa. Mucho menos una ruptura. Pero la narrativa que manejan por un lado el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en abierta defensa de los resultados de su gobierno en materia de seguridad y de los responsables de la estrategia, inevitablemente choca con el discurso de su candidata, la aspirante del PAN a la gubernatura Libia Dennise García Muñoz Ledo que habla de un "nuevo comienzo".
Y está en su derecho el mandatario estatal de reivindicar lo que hicieron en su sexenio, pero la evaluación de ambos tiene que ser por los 12 años -en el caso de Álvar Cabeza de Vaca- y los 15 para Zamarripa y podemos inferir, por lo dicho por el propio Rodríguez Vallejo, la primera parte de la gestión de ambos no entregaron los resultados apetecidos y entonces no todo es color de rosa.
En el arranque de su discurso en la celebración del 191 aniversario de las FSPE, el gobernador hizo un balance de todo el sexenio y habló de cómo encontró la seguridad en el estado, la policía estatal, las policías municipales, la procuración de justicia. "De norte a sur, historias de todo tipo", expuso.
Y esa policía estatal con menos elementos que empleados en el DIF estatal, esas policías municipales abandonadas, ese robo de hidrocarburos en las narices de las autoridades, la "impenetrable" comunidad de Santa Rosa de Lima para la autoridad, se dieron cuando ambos ya estaban en sus respectivos cargos y en Guanajuato se incubaba un cartel criminal .
Rodríguez Vallejo ha dicho una y varias veces que el problema con Álvar y Zamarripa es que no tenían rienda y no había estrategia de seguridad que los activara. La crítica es a su antecesor. Miguel Márquez creía en el Mando Único policial en el estado y que el combate al narcotráfico se tenía que dar solo desde la Federación.
Y ese justo es el punto. En la analogía con un partido de futbol, por la ausencia de estrategia y desdén de su jefe o el director técnico, Cabeza de Vaca y Zamarripa desperdiciaron el primer tiempo de su gestión en el que recibieron goles sin respuesta.
Mejoraron en el segundo tiempo notablemente. Hubo una estrategia agresiva, frontal pero eso no impidió que se consumaran más goles y que de hecho la goliza fuera mayor.
Porque una cosa es quae hoy el estado tenga una mejor posición en el índice de homicidios por cada 100 mil habitantes y menos asesinatos en este año que en el primero de su administración. Pero este sexenio ha sido el más violento y con más desapariciones en la historia de Guanajuato.
El gobernador habla de lo que le compete en su gestión, pero la historia política reciente en Guanajuato, analizada en perspectiva, tiene otra visión.
Casi la mitad de los 33 años que el PAN tiene el poder en Guanajuato se le han ido en un deterioro paulatino de la seguridad que tuvo su pico en 2020 y 2021. Que en los últimos dos años ha habido una mejora tras tocar fondo, es cierto, pero la pacificación está lejos.
Dice Diego Sinhue que hoy Guanajuato es más seguro y se apoya en algunas cifras oficiales verídicas, pero hay otras que no dijo: hoy hay más niños víctimas de la violencia, más policías asesinados, el drama de los desaparecidos no encuentra la luz al final del túnel. Habría que preguntarle a cada guanajuatense si hoy se siente más seguro que hace cinco años. en Guanajuato aseguró que la fuerza vital de una sociedad es la pluralidad por lo que confió en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación echará abajo el 'Plan B' electoral de la 4T.
Fue emotivo el mensaje de Hugo Villalobos que, por sobre todas las cosas, mantiene la autoridad moral para hablar de lo que habló ayer desde el templete.
Una de las grandes paradojas de la lucha que los tres han protagonizado contra la 4T es que ahora lo hacen de la mano de quien era su enemigo histórico, el PRI.
"El PRIAN", ha definido con sorna el presidente Andrés Manuel López Obrador que dice que estos partidos son lo mismo aunque muchos exmilitantes azules y tricolores se hayan refugiado en Morena.
La gran diferencia es que ambos han sido "purificados" por el manto del líder de facto de la 4T, algo ampliamente discutible. Pero el presidente ha logrado colocar a ambos partidos en la órbita que desea y en los hechos priistas y panistas se han unido en contra del morenismo gobernante.