JULIO GONZÁLEZ Y LA TOXICIDAD DE LA MARCA
Como candidato independiente no se le conocieron escándalos mayores a Julio González Landeros, pero ahora como virtual abanderado de Morena parece haber perdido la brújula, emulando y hasta empeorando las embestidas de Andrés Manuel López Obrador contra la prensa crítica que le incomoda.
La organización internacional Artículo 19 reprobó las agresiones que González Landeros cometió en contra de periodistas de Dolores Hidalgo, que revelaron la implicaciones del político en el decomiso de un millón de pesos por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), a un familiar suyo presuntamente por ser de procedencia ilícita.
Aparentemente, la difusión del reporte enervó al candidato ahora morenista, quien recurrió a la denostación en redes sociales para defenderse sin aclarar punto alguno de la nota que originó todo. Señaló incluso al periodista José Antonio Velázquez Santoyo de estar “en contubernio con otros partidos políticos”.
El último episodio fue el 21 de febrero, cuando dos comunicadores que cubrían una movilización en la que participó Gonzáles Landeros, fueron agredidos e intimidados con consignas como “prensa vendida”. Incluso les obligaron a salir del recinto bajo amenazas de agredirlos físicamente.
Así que Julio González Landeros abrió las hostilidades del proceso electoral, en un claro efecto de la dinámica del presidente Andrés Manuel López Obrador pero replicada a nivel minúsculo en Guanajuato, estado que ocupa el tercer lugar con mayor número de agresiones para la prensa a nivel nacional en 2023.