'Borran' nombres de lápidas
Durante el siglo pasado existía la posibilidad de que familias sepultaran a sus seres queridos en los pisos de los templos, cuyos nombres cada vez son menos visibles al ser cubiertas con pintura o madera.
Es el caso de la Parroquia Antigua donde, de acuerdo a al cronista de la ciudad Juan José Rodríguez Chávez, descansan los restos de sacerdotes hasta los del músico y compositor salmantino Teófilo Araujo.
Hasta hace unos años las lápidas con nombres de personas fallecidas entre 1800 y 1900 eran visibles en varios templos del municipio, la mayoría en la Parroquia Antigua; en los pisos y paredes los fieles observaban con curiosidad imaginando cómo es que descansaban los restos de las personas en este sitio, cuando actualmente su destino son los panteones o espacios especiales de criptas en las iglesias.
“Desde siglos pasados se acostumbraba por parte de la iglesia y no es que fueran privilegios, quien lo pedía ahí lo sepultaban en los pisos, fuera piso de barro, de madera o de piedra de loza, inclusive se llegaron a sepultar sacerdotes lo que ahora ya no es común y lo que ahora se hace es que existen espacios de criptas de madera donde se dejan, pero las cenizas de los difuntos”, señaló Rodríguez Chávez.
ALBERGAN RESTOS DE PERSONAJES DESTACADOS
Destacó que en la Parroquia Antigua descansan los restos de dos personajes destacados, uno de ellos el compositor y músico salmantino Teófilo Araujo quien falleciera a finales del siglo XIX.
Y cerca del altar mayor y debajo de la duela de mezquite con clavos de la misma madera, los restos del quien fundara los 'Carros Bíblicos Alegóricos' que se realizan cada 6 de enero en la ciudad, el padre vicario don Vicente Bustos.
“También en el templo de las Tres Caídas están los restos de un famoso coronel liberal don Rafael Domenzaín y en San Agustín están los restos del profesor muy querido por los salmantinos, Primitivo Soto y de su esposa, mientras que en el Señor del Hospital descansa el primer cura que administró esa parroquia”, ennumeró.
Aunque ya son pocos los nombres visibles de quienes descansan en estos espacios, el cronista pidió no olvidar esta parte de la historia de los salmantinos y sus templos.
Juan José Rodríguez
CRONISTA DE LA CIUDAD
Desde siglos pasados se acostumbraba por parte de la iglesia y no es que fueran privilegios, quien lo pedía ahí lo sepultaban en los pisos (...) ahora ya no es común (...) existen espacios de criptas de madera donde se dejan, pero las cenizas de los difuntos”