EL ZAPOTILLO: NO HUBO AGUA PARA GUANAJUATO; SOLO ATOLE CON EL DEDO
En aquello del derecho a la esperanza al que tienen posibilidades los ciudadanos en materia de agua potable, los guanajuatenses y en particular los leoneses más bien han caído en la triste situación de recibir atole con el dedo porque han sido demasiadas promesas y esperanzas vanas.
“Sé que vamos avanzando en el tema de El Zapotillo, pero en campaña el presidente dijo que no iba y yo ya me sentía que se nos venía el mundo encima, pero no contaba con la astucia de la directora. Cuando vino el presidente nos dijo, agradécele a Blanca porque nos convenció de que el Zapotillo es viable”, dijo hace exactamente 2 años el gobernador.
A 4 años de aquella frase, al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo debe quedarle claro que nomás lo ilusionaron sin ningún sustento.
"Espero antes de irme dejar resuelto ese tema por lo menos en convenio y en avance del proyecto ya que el plan b, es muy bueno y sigue, nada más que es a largo plazo, necesitamos opciones a corto plazo y este es un intermedio para el plan b que seguirá”.
En 2020, la entonces directora de Conagua, Blanca Jiménez Cisneros visitó Guanajuato y daba la esperanza de rescatar el acueducto El Zapotillo que llevaba 3 sexenios en el escritorio de los presidentes en turno y que ya parecía destinado al archivo muerto en la 4T, aunque algunos le daban respiración de boca a boca
Pero Rodríguez Vallejo se daba a ánimos, creyendo que no todo era improvisación, ocurrencias y sumisión a lo que diga el presidente en la 4T; se aferraba a la posibilidad de acuerdos y de rescatar un proyecto al borde del abismo.
“Esperamos que este año tome la decisión el presidente, la decisión va a ser el del presidente (…) Está en consulta, ya van a iniciar las mesas de diálogo, se van a realizar tres; general, aspectos jurídicos y otra técnica”, señalaba entonces la directora de Conagua, en su visita a Silao hace 2 años.
Se fue Blanca Jiménez y llegó otro funcionario. El proyecto comenzó a desinflarse hasta ser literalmente enterrado. Es probable que en realidad nunca hubiese una esperanza real de retomarlo, porque en realidad todo estaba perfilado con la postura presidencial de que la decisión estaba en manos de los pobladores de Temacapulín.
Y es que después vino el bloque fallido entre Jalisco y Guanajuato para presionar a la Federación a que saliera El Zapotillo y desde Palacio Nacional se aplicó la máxima de divide y vencerás
Enrique Alfaro se distanció de Diego Sinhue, pactó con López Obrador que al final lo dejó colgado de la brocha, solitario ante los reclamos de los pobladores de Temacapulín.
Diego Sinhue busca ahora el plan C, que solo serviría para rescatar un poco de esperanza.