A 9 AÑOS DEL CONVULSO PROCESO QUE LLEVÓ AL INTERINATO A VILLASANA
“En la democracia gana el que tiene más votos, la democracia no garantiza que gana el que tiene razón”, con esa frase escrita en su cuenta de Twitter, la entonces regidora del partido Verde en el Ayuntamiento de León, Beatriz Manrique Guevara, resumía lo que fue un proceso traumático y tenso que selló el destino del PRI y Verde en León tras un trienio de rompe y rasga.
Con votación dividida en estos 2 partidos, el Ayuntamiento leonés elegía al doctor Octavio Villasana como el alcalde interino.
Hasta el último momento, el ya para entonces candidato a la alcaldía por PRI y Verde, Ángel Córdova Villalobos cabildeó para que el elegido fuera el entonces regidor priista Aurelio Martínez Velázquez y no Octavio
Villasana, el favorito de Bárbara Botello.
Córdova llamó a la regidora María Esther Zúñiga para encargarle su voto y no precisamente a favor de Villasana sino de su amigo, el “Chachis”.
La regidora quedó sorprendida por el llamado pero no cedió a la petición. Originalmente ella había jugado con el Bronx antibarbarista. Dice que se cambió cuando el otro grupo se radicalizó; la otra versión es que entre Botello y los delegados la cercaron con la promesa de la candidatura para el IV distrito local para su hija Norma.
Un día antes, Córdova había sido presentado como candidato del Verde a la alcaldía. En el evento estuvieron Martín Ortiz y Verónica García Barrios, los candidatos del PRI-barbarista a las diputaciones locales. Los 2 políticamente correctos y sin echarle más leña a la hoguera.
El proceso de elección del alcalde interino no fue sencillo porque no había unidad en el PRI y el Verde que habían respaldado a Bárbara Botello quien solicitaría licencia para irse de candidata a diputada federal.
La diferencia con Alejandra Gutiérrez que también solicitará licencia es que la panista sí va a regresar porque busca la reelección.