“Las jornadas laborales extenuantes y la drogadicción en Guanajuato”
Hablemos de una de las causas del aumento a la violencia y la drogadicción en Guanajuato; la moderna forma de esclavitud humana, donde a las empresas se les está permitiendo que abusen de sus trabajadores, haciéndolos que rolen turnos nocturnos con jornadas extenuantes de más de 12 horas. Con absoluta violación a lo señalado en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece:
Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.
I. La duración de la jornada máxima será de ocho horas.
II. La jornada máxima de trabajo nocturno será de 7 horas. Quedan prohibidas: las labores insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo otro trabajo después de las diez de la noche, de los menores de dieciséis años;
III. Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de quince años. Los mayores de esta edad y menores de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas.
IV. Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos.
Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando, además, las condiciones de las distintas actividades económicas.
Vemos como la codicia de algunas empresas, que abusando de la pobreza y la necesidad de los trabajadores, haciendo funcionar ficticiamente la economía; provocan drogadicción, marginación, violencia y migración en la que miles de personas son explotadas, sometidas a condiciones de trabajo deplorables con salarios bajos, sin las prestaciones de ley, ni posibilidad de renunciar, servidumbre por deudas atrapadas en ciclos a perpetuidad imposibles de liquidar. Es necesario denunciarlo ya que estamos viviendo el aumento de las adicciones muchas veces ocasionado para poder aguantar las largas y extenuantes jornadas de trabajo. Debemos defender los derechos de los trabajadores, su bienestar y su libertad, condición fundamental para la vida digna.
Evitar que gobiernos opresores, que solo buscan mantener a los trabajadores sumisos, ignorantes, obesos, enajenados, confinados en pequeñas viviendas, como cajas de zapato, obedientes, esclavizados a largas, extenuantes jornadas de trabajo, que dividen en varios turnos, con bajos salarios, que solo les permiten adquirir y consumir alimentos chatarra. Intentan convertir a los ciudadanos, en zombis o acarreados, para que no piensen, no cuestionen a la autoridad, solo obedezcan, se mantengan ocupados en las fábricas hasta agotarlos o extenuarlos para que tengan que recurrir a las drogas para evadir, su terrible condición de vida. Sustituyendo el libre pensamiento, el libre albedrío.
Es necesario revisar y ver que se cumpla la nueva cultura laboral, donde se busca equilibrar los derechos de los trabajadores y las fuentes de trabajo. En un momento crucial para la economía del país, el fenómeno de la drogadicción va en aumento.
Exigir el respeto a los derechos laborales, al derecho constitucional, el aumento a los salarios mínimos debe continuar, ya que por años habían estado topados, para lograr mejores niveles de vida para la clase trabajadora, estableciendo su derecho al descanso, el respeto a las jornadas diurnas de 8 ocho horas y las nocturnas de 7 horas, a 12 doce días vacaciones, y una mejora gradual de las condiciones laborales. La realidad esta gritando en la cara del gobierno, urge revisar las condiciones laborales de la clase trabajadora en Guanajuato. De lo contrario estamos permitiendo no solo su esclavitud moderna, sino que los estamos orillando a la drogadicción, para poder aguantar los abusos de las empresas.