SEGURIDAD Y VIOLENCIA: PUNTOS DE QUIEBRE
MÁS ALLÁ DEL CARÁCTER POLÍTICO ELECTORAL EN EL SUBTEXTO DE LA REALIZACIÓN DEL LLAMADO CONGRESO INTERNACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA Y PROCURACIÓN DE JUSTICIA, PREVALECE UN MOMENTO DE QUIEBRE EN LAS POLÍTICAS DE SEGURIDAD EMPLEADAS HASTA ESTE MOMENTO EN EL MÉXICO Y ESPECÍFICAMENTE EN GUANAJUATO.
Los expertos, analistas, activistas y de más nombres que se congregaron en este evento, tienen el común denominador de colaborar en una la campaña estatal de la coalición entre PAN, PRI y PRD, sin embargo también en la críticas pasadas y presentes al trabajo realizado dentro del gobierno estatal y, por supuesto, las omisiones cometidas por el gobierno federal.
Si bien se trató de una narrativa que concentra las responsabilidades de la actual crisis de violencia e inseguridad en la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, de manera ineludible hubo lecturas sobre la ineficiencia del ámbito estatal, de los gobiernos anteriores como el de Juan Manuel Oliva Ramírez y Miguel Márquez Márquez hasta el actual de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
Por ejemplo, el analista especializado en seguridad pública y crítico declarado de López Obrador, Héctor de Mauleón, advirtió un abandono del gobierno federal en Guanajuato que, según dijo, derivó en un periodo de agotamiento y desgaste tanto del secretario de seguridad, Alvar Cabeza de Vaca y del fiscal general, Carlos Zamarripa, cuando estos cumplen 15 y 12 años en sus cargos.
En una postura más central se posicionó el afamado exsecretario de seguridad pública de Tijuana, Jesús Alberto Capella Ibarra, quien consideró que entre 2012 y 2018 el estado careció de verdaderas estrategias y una prospectiva para lo que se avecinaba. Esto se complicó aún más con la torpeza del actual gobierno federal.
Quien dio cuenta de otro frente abierto en la cancha de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, fue la activista y representante de la organización civil Reinserta, Saskia Niño de Rivera, quien cuestionó que Guanajuato es una de las entidades que más recurso le inyecta al sistema penitenciario, sin embargo este se encuentra en una verdadera crisis.
A López Obrador le tomó menos de un año romper el modelo policial federal. Hizo un quiebre del modelo adoptado por 18 años desde el sexenio de Vicente Fox Quesada y apostó por entrar en el entuerto de lanzar una Guardia Nacional militarizada, cuyos resultados son tan cuestionables y cuestionados que incluso la candidata oficial, Claudia Sheinbaum Pardo, explora otras opciones.
En Guanajuato, gane quien gane, es inminente que se vivirá un momento de quiebre en el modelo de seguridad empleado prácticamente desde 2009. El camino a seguir es el que está en vilo.