Contraretrato
““ESTE ES UN CAMBIO DE RAÍZ”, ES LA FRASE QUE REALMENTE AUTOCONVENCIDA REPARTE ENTRE OPINADORES Y PERIODISTAS. ES LA FORMA DE REAFIRMAR SU AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA COMO CANDIDATA A LA GUBERNATURA, EN UN PROCESO DONDE ES EVIDENTE QUE LOS PLAZOS DE GRACIA ENTRE GOBIERNOS ESTATALES NO LE APLICAN. LAS DECISIONES, AL MENOS DE SU CAMPAÑA, SON DE ELLA.
Claramente, la candidata de la Coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo está planteando un cambio que no sería posible sin saberse empoderada. La soltura de sus propuestas, los anuncios anticipados e incluso el esbozo de eventuales propuestas legislativas, son signo inequívoco de la independencia de la que goza.
Pero no se trata de una actitud reservada para el ámbito burocrático. El rompimiento de Libia también con las canonjías tradicionales de las que el PAN se ha valido para durar más de 30 años en el gobierno de Guanajuato: el clero y los empresarios.
Con el clero se marcó una distancia clara desde que la propia Libia Dennise como secretaria de gobierno ordenó la aplicación del matrimonio igualitario, además de su simpatía con otros temas relacionados a la equidad de género y derechos reproductivos.
Con los empresarios no hay mayor acercamiento que los de mero protocolo. “Mi propuesta es medible desde el primer año”, respondió ufana frente a la tarea marcada por los líderes varones del CCE, la Coparmex y la Concamin. De hecho, hay quien dice que es la candidata panista la que tiene peticiones mayores para los empresarios.
Así que Libia en esta contienda tiene un frente doble: por uno el avance sostenido de la 4T en Guanajuato, por el otro, el lastre de los gobiernos panistas.