Lenguaje caprichoso
Eas encuestas en materia electoral se empezaron a utilizar en México en la ya lejana elección de 1988, por demás controvertida, pero que significó un punto de inflexión en el largo proceso de transición a la democracia y marcó las décadas siguientes.
Desde entonces, pese a ser instrumentos de medición de tendencias e intenciones de voto, buscando predecir resultados, también sirven para definir y/o establecer estrategias de campaña y han sido utilizadas como instrumentos de propaganda política y electoral.
Una encuesta es un método de investigación que recopila información, datos y comentarios por medio de una serie de preguntas específicas, con la intención, en la mayoría de los casos, de hacer suposicione s sobre una población, grupo referencial o muestra representativa, y que ayude a tomar decisiones o generar alguna estrategia o acción específica.
Existen diferentes tipos de encuesta, las de opinión pública recopilan las actitudes y predisposiciones de la población sobre temas específicos, como los políticos y electorales. Se pueden hacer en persona, generalmente en viviendas, por teléfono, por correo tradicional o electrónico, usando aplicaciones, en redes sociales, etc. El método es muy importante, para determinar la representatividad y el grado de confianza de esta.
Desde 1988 hasta la fecha se han realizado miles de encuestas y publicado la mayor parte de ellas, provocando todo tipo de reacciones, dependiendo de a quién favorecen o perjudican sus resultados. No han sido pocas las elecciones desde entonces, donde han fallado estrepitosamente, cuando las predicciones se han apartado considerablemente de los resultados oficiales.
En 2000 Francisco Labastida tenía una cómoda ventaja antes y durante la campaña, pero terminó ganando Vicente Fox con más de tres puntos de ventaja. En 2006 Andrés Manuel Lopez Obrador tenía una ventaja de casi 20 puntos al inicio de la campaña, pero ganó Felipe Calderón con poco más de medio punto porcentual. En 2012 Enrique Peña Nieto también tenía una ventaja holgada y terminó ganando con 6.6 % de diferencia sobre López Obrador.
Lo anterior es el contexto por la publicación la semana pasada en El Universal, de la encuesta nacional de vivienda de Buendía& Márquez, levantada entre el 22 y 28 de septiembre, con mil 200 cuestionarios aplicados, que le da 30 puntos de ventaja a Claudia Sheinbaum sobre Xóchilt Gálvez, 50 % sobre 20 %.