Contraretrato
SUMIÓ LA PRESIDENCIA DE LA CÁMARA MEXICANA DE LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN (CMIC) EN GUANAJUATO EN FEBRERO COMPLETAMENTE CONSIENTE DE LAS DIFICULTADES QUE PRESENTA SU SECTOR, UNO QUE, COMO OTROS GIROS, DEPENDE EN BUENA MEDIDA DE LA INVERSIÓN PÚBLICA. SI LOS RECURSOS SE RECORTAN, SE RECTORA LA VIDA DE LAS CONSTRUCTORAS.
ARaúl Silva Ávila fue votado por el 70 por ciento de los afiliados a la CMIC, por los que pretende emprender un ejercicio de diagnóstico entre los afilados y ver las necesidades que pueda construir el programa de trabajo, incluso para buscar el desarrollo regionalizado por obra, de lo contrario se entrará en el "canibalismo" entre empresas locales.
El tema es que los efectos han sido casi inmediatos, pues el valor de las empresas constructoras en Guanajuato fue de apenas el 2.8 por ciento según el INEGI. Comparado con enero del 2023, hay una disminución en cuanto en la participación, pues en ese mes se reportó en 3.7 por ciento.
Como puede suponerse, el futuro de la industria de la construcción depende en buena medidas de las políticas públicas que emprenda el gobierno federal. Fue la política centralista de los recursos y sin duda la falta de proyectos en Guanajuato, la que se ha reflejado con el estancamiento del sector de la construcción acostumbrada a la convivencia entre los proyectos estatales y federales.
Los siguientes meses serán definitivos para Raúl Silva, quien no es ajeno a los malabares que sus agremiados realizan para mantenerse activos, incluso, encaminados a una transformación de su mercado y su oferta.