EL SECRETO DE UN BUEN ROCE DE LABIOS ESTÁ EN COMENZAR Y ACABAR SUAVEMENTE.

VAMPIRO

Morder en el cuello (amorosamente, claro) es la base de este beso. Para que tu pareja se convierta en la víctima perfecta, comienza poniendo los labios como si fueran pluma alrededor de su cara. Después, succiona la zona que hay bajo la manzana, muérdela despacito y suéltala. Repite esta misma acción por todo el cuello y al momento de que llegues a la nuca, aumenta la presión con los dientes. ¡Lo volverás loco!

MATUTINO

Es la mejor manera de despertarlo: toma sus manos y acércate a él. Bésalo durante dos o tres segundos. Sepárate un poco y vuelve al ataque con muchos “muacks” rápidos mientras lo miras a los ojos. Lo dejarás con ganas de más (la excusa perfecta para rematar por la noche) y le darás años de vida, ya que una investigación asegura que los hombres que besan a sus parejas por la mañana viven cinco años más.

FACIAL

Comienza por los labios, continúa por las mejillas, los párpados y el cuello. Recréate en esta zona antes de repetir la misma secuencia y ve añadiendo variaciones cada vez más intensas. William Cane, autor del libro

El arte de besar y creador de kissing.com, recomienda esta clase de beso por la mezcla perfecta de ternura y pasión. Sin duda alguna, tenemos que probarlo.

MARAICHAGE

Puede que suene como una palabra en chino, pero no, es francés. Los

maraîchins, habitantes del Pays du Mont-Blanc, una región de la Bretaña Francesa, fueron los que hicieron popular esta variante del beso francés en el siglo XIX. Por supuesto, la lengua es la protagonista, pero el intercambio suele durar ¡varias horas! Y, sí, se acompaña de caricias.

Dos consejos: Cambia la inclinación de la cabeza si no quieres terminar con tortícolis y es el beso perfecto para dejar volar la imaginación.

HELADO

Pon un cubito de hielo en tu lengua y pásalo por las zonas más sensibles de tu pareja: el abdomen, el cuello, la espalda… También puedes alternarlo con calor (hay velas especiales cuya cera no quema). El contraste lo pondrá al cien.

BROCHE

Según el Kamasutra, así se denomina cuando uno de los dos toma entre sus labios los del otro. Si el que da el beso toca con su lengua la del contrario, sus dientes o encías, se llama ‘El round de la lengua’. Y, pues, uff.