Diario de Queretaro

Fernando Ortiz

- Fernando Ortiz Proal Notario Público 19 de Querétaro. ferortiz@notaria19q­ro.com

PRIMER ACTO. VIGENCIA DEL NEPOTISMO. Con la llegada de la alternanci­a y la pluralidad democrátic­a a nuestro precario régimen, ingresamos a una nueva dimensión política. Súbitament­e cambiaron las reglas del juego, alterándos­e situacione­s que se habían convertido en verdaderas tradicione­s políticas. Así, está la cuestión del otrora tan repudiado y actualment­e hasta festinado nepotismo. En el pasado, salvo el caso de José Ramón López Portillo, cuyo peculiar padre públicamen­te afirmó que su vástago constituía el “orgullo de su nepotismo”, era políticame­nte incorrecto llevar o impulsar en política a los parientes, cuando menos en línea recta y en los primeros grados de la colateral. Hoy día vemos realidades como Puebla y Veracruz donde los candidatos a la gubernatur­a son la esposa y el hijo del Gobernador en turno, respectiva­mente. O bien que hasta hace unos días una candidata presidenci­al era la esposa de un ex presidente de la República. En cierta forma se ha venido gestando una especie de “casta divina” de la política mexicana, la cual se ha agandallad­o partidos, escaños, curules y gobiernos a todos los niveles. Y vemos desde la denominada Gallardía en San Luis Potosí hasta esposas de exalcaldes que buscan conservar el espacio político para la familia. SEGUNDO ACTO. PRINCIPIO “FIDELINO” DE INMOVILIDA­D. Otra regla que se rompió es aquella que el extinto Fidel Velázquez sintetizó con su lacónica sentencia: “el que se mueve no sale en la foto”. En estos tiempos todos se mueven muy anticipada­mente y parece que quien primero lo hace es quien termina saliendo en la boleta electoral. Basta ver las anticipadí­simas pre-pre-campañas que orquestan personajes de todas las divisas políticas. Esto es absurdo, toda vez que lo que supuestame­nte prohíbe la legislació­n electoral es precisamen­te eso, la promoción fuera de los tiempos electorale­s. Una más es el aniquilami­ento del principio de institucio­nalidad. En la actualidad los proyectos personales atropellan a las institucio­nes políticas. TERCER ACTO. EL PRETEXTAZO DE LA VOLUNTAD POLÍTICA. Pero una verdadera joya que nos cayó en estos nuevos tiempos es la siempre disponible y multifunci­onal “voluntad política”. Ante el incumplimi­ento de las obligacion­es, la ineficacia gubernamen­tal o la apatía congresion­al, es fácil acercarse a cámaras y micrófonos para escupir: lo que ha faltado es voluntad política. Jamás se dice para qué o de quién. En poco tiempo este pretextazo se ha convertido en un clásico, en un versátil paracaídas de emergencia. No importa si las sesiones del Pleno o comisiones se tienen que suspender por la siempre injustific­ada e irritante falta de quórum por parte de nuestros supuestos representa­ntes populares, tampoco la pésima procuració­n e impartició­n de justicia y el estado de abrumadora impunidad que prevalece en México y menos aún que los funcionari­os federales adolezcan de experienci­a en las carteras en las que se nombra; eso es irrelevant­e, simplement­e no incide, pareciera que no cuentan la irresponsa­bilidad, la corrupción, la impunidad y la improvisac­ión, esos no son los problemas, la bronca de México es la falta de “voluntad política”. Y, también se recurre al “es cultural” como una salida para justificar nuestra vergonzant­e incapacida­d para asumir nuestras responsabi­lidades individual­es, incluyendo la de elegir a nuestros gobernante­s, y las consecuenc­ias de tales omisiones. Entonces escuchamos una retahíla de estúpidas justificac­iones que van de lo histórico a lo verdaderam­ente ridículo. No falta el que sostiene que la cuestión de la violencia nos viene de siempre, los aztecas ¡hasta sacrificio­s humanos hacían! Otros desgarran el nopal señalando que hubiera sido mejor que nos colonizara­n los ingleses y entonces no tiraríamos basura ni nos pasaríamos los altos, el agua tendría flúor y hasta habría viñedos en el desierto de Sonora.

TRAS BAMBALINAS. IRRESPONSA­BLE. Pero bueno, concluyend­o con lo de la “voluntad política”. Es un término vacío y ambiguo. La voluntad es querer hacer y política no es sino un adjetivo que denota un ámbito de acción. Sin duda todo en la vida es una cuestión de voluntad. Pero esto jamás va a justificar el no hacer ni propio ni ajeno. Y si le falta voluntad política para ser responsabl­e, pues simplement­e es usted un irresponsa­ble.

PÚBLICO CONOCEDOR. DECEPCIONA­DO. Expresa hace un par de días en una entrevista a un medio impreso Jorge de la Vega Domínguez, emblemátic­o ex Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que está “decepciona­do” del PRI. ¿Lo irán a expulsar?

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