Recorrido al pasado, en años 60 y 70
Comercios como sanatorios, discotecas, plazas de auto servicio, mercados y colegios con un sinfín de anécdotas que compartieron los queretanos Lulú Sánchez Borja y Chucho Osornio Soto, para recordar con nostalgia
EDITOR:
Recordar es vivir, es rejuvenecer, es tener presente nuestra esencia, nuestra identidad y sobre todo nuestras raíces; en plena charla con dos queretanos de familias de antaño, como Lulú Sánchez Borja y Chucho Osornio Soto, relataron una lista de comercios , sanatorios, discotecas, mercados y periódicos entre muchas otras empresas que iniciaron la actividad económica en Querétaro ,y hoy son referentes de tenacidad, diversión, armonía y crecimiento en este bello estado.
CENTROS DE DIVERSIÓN
Ir a tardeadas era de las diversiones más extremas ya que en la sociedad queretana no eran bien vistas para que acudieran las señoritas, así que muchas se escapaban para ver al novio o para hacer amigos. Las más populares eran Cristel que se encontraba dentro del Hotel Casablanca, Emiliano’s que fue el primer lugar dedicado a la diversión nocturna que abrió el empresario Jorge Mercado, Peoples y Las Josefas.
CINES Y TEATROS
Las salas cinematográficas llegaron a la ciudad desde 1900, pero fue en 1946 cuando abrieron el cine Alameda que pertenecía al señor r Montes recuerda Lulú, existía el Goya, el Plaza, Reforma, el Premier 70, todos sin distinción de clases acudían a las premier y matinés; acudían. Luego de que muchas salas fueron demolidas para abrir calles como 16 de septiembre, llegaron a Querétaro los Cinemas Gemelos que tenían la famosa permanencia voluntaria.
RESTAURANTE Y CAFETERÍAS
Los queretanos acudían a degustar de ricas malteadas, café y pastelillos a las cafeterías del centro como La Mariposa que ya por los 70’s se encontraba en la calle de Juárez y 16 de septiembre frente al entonces Jardín Obregón (hoy Zenea), donde se cocinaron varios romances que culminaron en matrimonio, "ahí nos juntábamos los muchachos de la época", plática Chucho Osornio. "Se acostumbraba que después de salir de la prepa y de la Universidad, nos fuéramos a tomar un preparado de frutas o nieve que estaban muy buenas y si querías quedar bien con la chica, le invitabas una nieve de fresa que decían era la del amor".
Los domingos al igual era tradición acudir al jardín con los papás que mientras se sentaban en las bancas las hijas daban vueltas con sus amigas alrededor del jardín Obregón, mientras los hombres solteros hacían lo propio pero del lado contrario para ver de frente a su amada.
Unos metros adelante sobre la calle 16 de septiembre, donde hoy se encuentra el Pasaje San Francisco se ubicaba La Calabaza, ahí acudían las personas más grandes, "Mi papá era asiduo visitante del lugar, se juntaba con sus amigos y compañeros del grupo los Caballeros de Colón a echar chascarrillos, hablar de la política del momento" recuerda Lulú que además estaba el salón Del Valle, La Flor de Querétaro, Pigalli, La Cafetería Oviedo, El Café Tokio, El Gran Hotel, El Génova, El Figón Pirata, La Cabaña, La Ostionería Tampico, y si el ama de casa no quería cocinar, lo mejor eran las Charolas Saavedra o las Carnitas de los Chiquilines.