TURISTEANDO POR LOS ALREDEDORES
La pandemia generó un cambio obligado, tanto en los paseantes como en los prestadores de servicios, ya que ahora hay que aplicar los protocolos de sanidad y modificar sus procesos para ofrecer seguridad a sus usuarios
SÓLO LOCALES Y CERCANOS
A la mitad del camino entre Durango y Mazatlán se encuentra el parque La Pirámide, a 111 kilómetros de ambas ciudades, el cual se reinventó luego de que el 90% de sus reservaciones tuvieron que ser reembolsadas por la pandemia.
Se estima que Durango perdió cerca de 600 millones de pesos en materia de turismo durante el 2020. Fue en el mes de noviembre cuando el estado regresó al semáforo epidemiológico rojo y la incertidumbre, en conjunto con el miedo, estaba presente entre los duranguenses, lo que acarreó una cascada de cancelaciones en La Pirámide, lo que implicó devolver 90% de los adelantos de reservaciones y los números rojos aparecieron; sin embargo, poco a poco las personas atienden al llamado de la naturaleza y regresan a conquistar la tirolesa de 700 metros de largo o a caminar por los senderos.
“La pandemia nos deja la enseñanza de valorar la naturaleza”, indicó Rolando Valdez, administrador del parque, quien relató que éste cerró en dos ocasiones sus puertas el pasado 2020, la primera debido a la llegada al estado de los primeros casos positivo del SARS-CoV-2.
“Fue por responsabilidad social y después por decreto, pero no hubo coordinación en los protocolos de sanidad entre federación, estado y el municipio de Pueblo Nuevo, que es donde se encuentra el parque, por tanto, teníamos necesidad de seguir adelante y no perder trabajadores e iniciamos con los protocolos de salud junto al parque Santa Isabel, fuimos los primeros, después el municipio optó por replicarlos en los demás centros ecoturísticos”.
Con el paso de los días, mayor número de contagios y caída de la economía, llegaron las capacitaciones y certificaciones para este giro del turismo en Durango, todos basados en protocolos de sanidad con base a visitas guiadas, máximos de participantes en actividades, manejo de alimentos, entre otros, lo cual ayudó a que los turistas del estado y foráneos tuvieran confianza y regresaran a estos sitios donde la naturaleza es el principal atractivo.
La tendencia del turismo está enfocada a las áreas al aire libre, viajar tramos cortos para llegar a lugares en vehículo propios, dijo Rolando Valdez, quien enfatizó que la pandemia trajo para ellos un gran número de visitantes locales y regionales.
Por su parte, el secretario de Turismo del estado de Durango, Eleazar Gamboa de la Parra, indicó que en el 2019 la entidad recibió un millón de visitantes, el 30% fue de Sinaloa y en particular del municipio de Mazatlán, arribaron 120 mil personas, ante estos números la promoción del estado se enfoca a un turismo regional con la creación de alianzas de productos con los estados vecinos de Coahuila, Sinaloa, Nuevo León y Chihuahua. Belem