Agustín Rosa

Enero es un mes lleno de objetivos y buenos propósitos en el que millones de personas comienzan con entusiasmo y motivación a hacer realidad sus metas financieras, personales y profesionales del nuevo año. Y aunque muchos expertos e investigaciones afirman que más del 80% de las personas fracasará en sus propósitos para febrero, la batalla no está perdida.

¿Pero que pasaría si sabiendo qué es lo que deseas en tu vida te infectaras de COVID y tu vida corriera peligro? Si no pudieras levantarte de la cama por la alta temperatura que tiene tu cuerpo y la falta de oxigenación que te impidiese vibrar de energía y salud. ¡Tu vida daría un vuelco radical!

Y aquí es cuando te das cuenta de lo realmente importante de la vida: la familia y la salud. El tiempo de calidad que te gustaría pasar con tus seres queridos y cómo contribuir a hacer de este un mundo mejor. Y posiblemente aparecerán emociones encontradas con todo aquello que te lamentarás no haber hecho o que te gustaría hacer ahora que te recuperes. Y llegado el camino hay que hacer tres cosas: encontrar tu paz interior, conectar con tu esencia y pensar en lo que realmente es lo más importante.

Nadie sabe lo que está escrito para nosotros, pero si dada esta situación solo pudieras trabajar por una hora al día ¿Qué es aquello que te daría energía para salir de la cama y dar tu último aliento en aquello que haga vibrar con energía y ayudarte a cumplir tu propósito de vida?

No esperes a que te ocurra una enfermedad o un suceso catastrófico para encontrar tu propósito en la vida. Descubre quién eres y para qué has venido a este mundo, dedícate a aquello que más te apasiona en la vida y ayuda a otras personas a hacer de este un mundo mejor.