Roberta Jacobson?
La exembajadora se sumará al Consejo de Seguridad Nacional de EU como coordinadora de asuntos para la frontera con México, lo que marca un viraje en la política migratoria
del Departamento de Estado, como secretaria especial del titular de esa oficina, y ser nombrada secretaria ejecutiva tres años después. Fungió como directora de la oficina de planeación política y coordinación de la misma dependencia, enfocada en relaciones civiles-militares, derechos humanos y combate al narco para todo el continente.
Fue segunda al cargo en la embajada de Perú a pesar de no haber estado en el servicio exterior, sino en un puesto civil, pero fue ratificada por la entonces secretaria de Estado Madeleine Albright, gracias al apoyo del embajador John Hamilton, quien dijo que era una de las mejores funcionarias que había conocido.
En diciembre de 2002, Jacobson fue directora de la oficina para asuntos mexicanos del Departamento de Estado, puesto en el que estuvo cinco años, para después especializarse en la región de norteamérica y del TLC en la misma dependencia.
Su llegada a la embajada en México estuvo precedida de dos hechos importantes, la negociación de 2015 para restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba y la apertura de la sede diplomática en La Habana, de la que fue una pieza clave. Una vez abierta la embajada en agosto de 2015, el secretario de Estado John Kerry acudió en marzo de 2016al ministerio del exterior cubano. Mientras todas las miradas estaban en el presidente Obama, primero en pisar la isla en más de 50 años, Jacobson acompañaba a Kerry y su presencia en el Minrex se sentía, además de por su español casi perfecto, por su forma de llevar la negociación.
La negociación con Cuba hizo que los republicanos en el Senado, liderados por el legislador de origen cubano, Marco Rubio, cabildearan y se opusieran a su ratificación como embajadora en México, por su papel en la gestión de la normalización de las relaciones con la isla, además del escape de El Chapo Guzmán en 2015. Finalmente fue ratificada en el cargo por un voto dividido de 12-7 y presentó sus credenciales al gobierno mexicano en 2016, en mayo a SRE y el 20 de junio al entonces presidente Peña Nieto.
Jacobson siempre fue íntegra, fuerte, inteligente y supo darle la vuelta a los conflictos por hablar sobre temas. El día que presentó sus credenciales, habló sin ningún tapujo sobre el conflicto de un día anterior en Nochixtlán, Oaxaca, que dejó al menos seis muertos. Su carrera, enfocada también en derechos humanos, la llevó a participar en la marcha del orgullo gay de ese 2016 el 25 de junio, para lo cual, algunos oficiales le sugirieron que fuera, con un cerco hecho de listones y trabajadores para rodearla y cuidarla, a lo que la embajadora se opuso, y expresó con firmeza que no podía participar en una marcha por la inclusión y no ser incluyente. El resultado fue que la embajadora no sólo participó, sino que animó a otros embajadores, como el del Reino Unido y la representación de Canadá para que participaran, además que durante todo el camino, accedió a sacarse fotos con quien se lo pedía, y trató de evitar a la prensa con el argumento de que no era un acto protocolario, sino una forma de unirse a la sociedad.
Roberta Jacobson es una líder brillante, con soluciones íntegras para los problemas, y propuestas que muchas veces rompían con el protocolo, pero que daban resultados. Escribía gran parte de sus discursos a pesar de tener un equipo dedicado a eso, y se dirigía firme, pero cortés, en un español casi perfecto con un ligero acento argentino, pues aprendió a hablarlo cuando vivió en ese país.