“No pensé que estaba en riesgo mi vida”
Jorge Tolentino y David Hernández, de la SSC, salvaron a un joven que intentó quitarse la vida en un puente
CDMX. “No pensé que estaba en riesgo mi vida, realmente lo que quería es salvaguardar la integridad física de la persona, de ponerlo a salvo”, así describió Jorge Tolentino, policía segundo de tránsito, lo que pasó por su mente la tarde del 28 de enero, cuando evitó, junto con David Hernández, jefe de Unidad Departamental de Iztacalco de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), que un joven se aventara del puente del Distribuidor Vial Heberto Castillo. Entre 2020 y lo que va de 2021, efectivos policíacos han intervenido en al menos 43 casos en los que han logrado salvar la vida de personas, incluso entre ellas la de un presunto ladrón que se quiso prender fuego para evitar ser aprehendido.
Sobre la capacitación que se proporciona a los policías para atender estas situaciones, Miguel Godínez, director Ejecutivo de Salud y Bienestar de la SSC, indicó que se dan talleres específicos a todo el personal, los cuales son impartidos por especialistas de las universidades Nacional Autónoma de México y la de la Policía, en los que se les adiestra cómo actuar.
Con esa capacitación, es que David Hernández y Jorge Tolentino supieron la forma de atender el caso del joven Tiago N, quien el 28 de enero subió a toda prisa por la orilla de esa vía rápida hasta alcanzar el punto más alto, 40 metros aproximadamente, brincó la reja y se paró sobre la parte alta de una columna para desde ahí aventarse y terminar así con su vida.
Sin embargo, monitoristas lo captaron y avisaron de la emergencia por vía radio a dos agentes de tránsito asignados a los alrededores de la Tapo, de donde partieron inmediatamente y tardaron entre un minuto y medio y dos minutos en llegar en su patrulla para evitar, por primera vez en su carrera policial, un suicidio.
El jefe de la Unidad Departamental de Iztacalco contó que ni siquiera hicieron sonar la sirena sino que se bajaron del vehículo inmediatamente y lo primero que le dijo el joven fue “yo me quiero matar. No se acerque” y le respondió que se bajara de la punta de la cima de la columna “y entonces mi compañero le habló para distraerlo y es cuando aprovecho para jalarlo, mientras mi compañero lo abraza para que ya no se pueda mover”.
A dos semanas de los hechos, en entrevista, los agentes afirman que todo sucedió en 15 segundos, que fueron eternos.
La parte alta del pilón, mide quizá menos de metro y medio cuadrado, por lo que Jorge Tolentino aceptó que no pensó que su vida estaba en riesgo, porque el joven quizá no les hubiera hecho caso y habría jalado a los policías en su caída, por eso “cuando lo abrace ya no lo solté, lo pasamos el barandal rápidamente y nos metimos inmediatamente a la patrulla, porque como no abanderamos corríamos el riesgo de que un carro nos impactara por detrás”.
David Hernández aceptó que sin la capacitación que recibió previamente las cosas hubieran salido mal, a lo mejor el joven logra quitarse la vida, pero en su salvamento intervino la suerte, el adiestramiento recibido, la oportunidad con que llegaron a atender la emergencia y el impacto psicológico cuando se le dijo “no te avientes, tranquilo, te vamos a ayudar”.
Se le preguntó ¿cómo se sintió, como ser humano, tras esa experiencia? A lo que respondió: "Es un logro personal, una satisfacción el ayudar a una persona, muy aparte de ser policía, no dejamos de ser humanos y todo el mundo tiene derecho a vivir y si en mis manos está el ayudar a alguien a conservar la vida, lo voy a hacer una y otra vez".
PAUTAS GENERALES
Miguel Godínez informó que a los policías se les dan pautas sobre la forma de atender a un suicida, de que no se le acerquen porque puede estar muy deprimido, con un estrés muy alto o bajo los efectos de un estupefaciente y lo que se busca es inhibirlos y disuadirlos.
Los oficiales y elementos de tropa que han atendido estos casos se les da un estímulo con un bono y un ascenso