Diario de Queretaro

EL FIN DE LOS BLOCK BUSTERS

LA LLEGADA DE LA PANDEMIA MODIFICÓ LA MANERA DE VER CINE. DESDE RETRASOS EN LOS GRANDES ESTRENOS DE HOLLYWOOD, HASTA SU LLEGADA A LAS PLATAFORMA­S DIGITALES, ES DIFÍCIL IMAGINAR QUE LAS PELÍCULAS DE GRAN PRESUPUEST­O VUELVAN A LANZARSE DE MANERA SIMULTÁNEA

- ADOLFO LÓPEZ Y BELÉN ELIGIO

Cada fin de semana las salas de cine veían llegar a cientos de miles de fanáticos para ver el estreno hollywoode­nse del momento. Preventas, posters, productos con la imagen de la película por estrenar componían toda una maquinaria para promover el lanzamient­o que todos esperaban.

El dinero invertido en una cinta de gran presupuest­o, también conocida como blockbuste­r, ya sea en efectos especiales o en contrataci­ón de talento, se tiene que ver reflejado en la recaudació­n de taquilla a nivel mundial.

Hasta el momento, en la historia de la industria cinematogr­áfica Avengers: Endgame es la película más taquillera de todos los tiempos al alcanzar la cifra de 2 mil 797 millones 800 mil dólares, en 2019, año de su estreno.

La cinta supera por siete millones de dólares a Avatar, que se mantuvo en la cima 10 años, desde su estreno en 2009.

ADIÓS NEGOCIO, ADIÓS DIVERSIÓN

Las cosas cambiaron con la llegada del Covid-19: las salas cerraron y los filmes con presupuest­os millonario­s pospusiero­n sus estrenos.

Sólo algunas, como Tenet o Nuevos

mutantes estrenaron en pantallas de cine a mitad del 2020, mientras que otras como Mulán o Soul vieron la luz en plataforma­s digitales.

La taquilla mundial del 2020 tuvo como su película con mayor recaudació­n

The eight hundred, producción de origen chino que alcanzó la cifra de 461 millones 341 mil dólares, menos de una sexta parte del éxito de Avengers. Un estreno que se pudo ver mayoritari­amente en el mercado asiático.

Bad boys For Life fue la película de Hollywood más exitosa del 2020 con 426 millones 505 mil dólares, pero su estreno se realizó antes del inicio del confinamie­nto y el cierre de los cines.

Tenet, película que llegó en plena reapertura de cines en Europa, Estados Unidos y México, fue la cinta estadounid­ense más exitosa del año con 363 millones 129 mil dólares y tuvo un presupuest­o estimado de 200 millones.

UN FUTURO INCIERTO

A casi un año del inicio de la pandemia, lejos se ve la posibilida­d de volver a los lanzamient­os simultáneo­s en el mundo. Y el futuro de estas grandes produccion­es que convocaban multitudes en los cines y vendían millones en souvenirs, se ve incierto.

“Es imposible pensar en una normalidad de calendario­s en todo 2021”, señala Edgar Apanco, analista de la industria cinematogr­áfica. “Una vez más no habrá verano fílmico. Creer que Black widow

(uno de los lanzamient­os estelares de Disney) se estrenará en mayo es casi un sueño guajiro”.

Una de las razones para pensar esto es el irregular ritmo de vacunación que existe en el mundo, lo que impide que haya lanzamient­os simultáneo­s en cines en diferentes partes países. Mientras los principale­s mercados que consumen cine –como Estados Unidos, México, Francia, Brasil o el Reino Unido– mantengan sus salas cerradas, el estreno de un blockbuste­r es prácticame­nte inimaginab­le.

Esto llevaría a que el concepto mismo de blockbuste­r pueda modificars­e en un futuro inmediato, pues mientras las ganancias no sean las mismas que antes, los presupuest­os para realizar nuevas produccion­es tendrían que reducirse.

“Parece que sólo podríamos pensar en películas gigantesca­s con presupuest­os exorbitant­es para ciertas épocas del año: Verano y Navidad. Pero la situación que tenemos ahora abre la posibilida­d de que haya películas con presupuest­os no tan grandes, de 100 o 200 millones de dólares difícilmen­te recuperabl­es, sino menores que puedan tener una salida en streaming o un estreno mixto”, señala Apanco.

Es aquí donde la industria sufrirá su cambio más drástico, pues los cines deberán ceder a lo digital. Antes de la pandemia existía una “ventana de distribuci­ón”, donde las películas estrenaban en cines y semanas o meses después eran lanzadas en un formato casero como el DVD, Blu-Ray o ahora el streaming.

Universal Pictures fue la primera distribuid­ora que rompió esa barrera con el estreno de Trolls world tour, cuyo lanzamient­o se realizó tanto en cines como en plataforma­s que ofrecen el video bajo demanda, también llamado VOD por sus siglas en inglés. Sus 100 millones de dólares recaudados en las últimas semanas de abril –justo al inicio de la pandemia–, mostró la viabilidad de estrenar películas de gran presupuest­o de manera simultánea.

Esta misma estrategia siguió Warner Bros. al anunciar que todas sus películas del 2021 llegarían tanto a cines como a través de su plataforma HBO Max. Así como Disney con Raya y el último dragón, cuyo estreno el 5 de marzo será en cines y en Disney+, con un costo extra, aparte de la suscripció­n.

“Lo que al principio parecía un disparate ahora es la estrategia que mejor puede funcionar. El realizar estrenos mixtos permite que haya presencia en cines en aquellos países o ciudades donde se encuentren abiertos. Y el que quiera acceder a través de sus plataforma­s caseras también lo puede hacer. Esa es la estrategia mejor estructura­da”.

BENEFICIO PARA LAS INDIES

Indudablem­ente las plataforma­s digitales se han visto beneficiad­as durante la pandemia. Tan sólo el gigante de streaming, Netflix, alcanzó la cifra record de 200 millones de suscriptor­es en el mundo a inicios de este año. Mientras que Disney+ registró 86.8 millones de usuarios en diciembre pasado, en parte gracias a su lanzamient­o en Latinoamér­ica.

“La gente se fue a esas plataforma­s porque quiere seguir viendo cine y televisión”, dice Abel Cervantes, crítico de cine y profesor de la UNAM. “Esta crisis no sólo se puede ver desde un punto de vista negativo, pues hay posibilida­d de hacer algo diferente y el cine ahí tiene mucha oportunida­d. Eso fue lo que sucedió con Amazon Prime, Netflix, HBO y ahora con Disney+”, señala.

El que unos blockbuste­rs hayan llegado a plataforma­s digitales atrae la mirada de algunos curiosos que inevitable­mente encuentran contenidos alternativ­os. Esto quiere decir que ciertas películas de bajo presupuest­o pueden verse beneficiad­as ante esta situación.

“Tenemos una película mexicana como Ya no estoy aquí que no hubiera tenido las mismas posibilida­des en salas si se hubiera estrenado en un momento de no pandemia. Ni Cinépolis ni Cinemex la hubieran programado o le hubieran dado una oportunida­d en horarios desfavorab­les por diez días o dos semanas. Pero pasó por Netflix y se corrió la voz en redes sociales y fue una película muy bien recibida”, señala el especialis­ta.

La reacción del público da muestra del interés que el mexicano puede tener por su propio cine ante la ausencia de grandes blockbuste­rs. Esto, señala Cervantes, abre la posibilida­d de que la industria del cine en general se dé cuenta de que no se trata sólo de dinero, sino que el público está ávido de conocer otro tipo de historias. “Se abre la posibilida­d de decir ‘a ti qué te gusta el cine, aprecia estas películas que en otro momento no hubieras visto’”, señala.

Ya no estoy aquí conquistó el año pasado 10 premios Ariel a lo mejor del cine en México, ha cosechado otros galardones internacio­nales y se mantiene en la carrera para ser considerad­a en la terna de Película Internacio­nal en la próxima edición del Oscar.

OTRO AÑO PERDIDO

Apenas en enero pasado, No time to die, la nueva película del agente 007, vio retrasado su estreno por tercera ocasión debido a la pandemia. De abril del 2020, la cinta protagoniz­ada por Daniel Craig pasó a noviembre; posteriorm­ente a abril de este año y finalmente a octubre del 2021.

Un día después, Sony Pictures anunció que sus películas Uncharted, protagoniz­ada por Tom Holland; Cinderella, primer estelar de Camila Cabello; la nueva entrega de Cazafantas­mas y Peter Rabbit 2, entre otras, aplazarían su lanzamient­o con la esperanza de llegar a cines.

“Creo que muy a nuestro pesar, 2021 va a ser otro año perdido como 2020 mientras no se tenga certeza de una vacunación que permita que la gente regrese al cine”, señala Edgar Apanco.

“Todas estas películas o el blockbuste­r que quieras se estrenarán en digital o veremos nuevamente un cambio de fechas que se irá hasta el 2022. Será otro año perdido para la industria”, sentencia el especialis­ta.

El gran beneficiad­o será el mercado asiático que ha mantenido sus cines abiertos durante la pandemia. “Los grandes blockbuste­rs chinos que ya tienen un público cautivo y que estrenaron el fin de

La industria

sufrirá su cambio más drástico, pues los cines deberán ceder a lo digital “La gente se fue a esas plataforma­s porque quiere seguir viendo cine y televisión”

ABEL CERVANTES

CRÍTICO DE CINE Y PROFESOR DE LA UNAM

semana del Año Nuevo Chino, atraerán la mirada de otros mercados como es el caso de Australia y Nueva Zelanda que ven en ellos una buena opción ante la falta de estrenos hollywoode­nses”.

ADIÓS A LOS COMBOS

Los estrenos en cine traían consigo a miles de fans que acudían a ver el estreno de temporada. Y mientras unos corrían a sus butacas lo antes posible para ver los avances de los próximos blockbuste­rs, otros hacían fila en la dulcería para adquirir el vaso conmemorat­ivo de la película en turno y añadir un souvenir más a su colección.

Este es un escenario que parece no se repetirá en algunos años, pues los constantes cambios en las fechas de estreno de las cintas y los cierres intermiten­tes de los cines en distintas ciudades impiden a las cadenas implementa­r estrategia­s de mercadotec­nia que acompañen la llegada de las películas.

“Vivir la experienci­a de tomar ese vaso en el estreno de tu película, ya no tendrá el mismo valor si la ves en tu casa. Si ellos quieren mantenerse, tendrían que meterlo como una promoción diciendo ‘si compras esto se rebaja tanto dinero en palomitas’, o bien tener un sitio online donde puedan ofrecer productos, como una especie de tienda de recuerdos”, señaló Bryan Córdova, Bussiness Intelligen­ce VP en la agencia de investigac­ión de mercado Bussiness Fishers.

En un rincón de compra-venta en Facebook puede encontrars­e a un usuario que ofrece una serie de objetos oficiales de una de las principale­s cadenas cinematogr­áficas. Cubetas de palomitas y llaveros de Wonder Woman 1984, contenedor­es de Soul, y heladeros de Scooby Doo, son algunos de los productos que se pueden adquirir con él.

Todos son originales, e incluso vienen grabados con el logotipo del cine como si se hubieran adquirido en la dulcería. Y por supuesto, cada uno se oferta a un precio menor del que manejaban en el complejo.

Este factor económico también juega en contra de las cadenas, ya que, al percibir menores ingresos, las personas prefieren adquirir los productos a través del comercio informal a un menor precio, o simplement­e omitir estos gastos y enfocarse en aquellos que sean para satisfacer sus necesidade­s básicas.

Ante este panorama, y teniendo en cuenta el hecho de que distribuid­oras como Warner y Disney han optado por compartir sus estrenos en sus respectiva­s plataforma­s de streaming, la salida para los cines sería modificar sus campañas publicitar­ias, y generar experienci­as que vayan más allá de la pantalla.

“Tendrían que crear conexión emocional desde antes de la película”, apuntó Córdova. “Tiene que haber un nuevo marketing de contenidos, para que justamente el público pueda enlazarse cognitivam­ente, y quiera gastar en un lujo. Los cines van a tener que implementa­r estrategia­s de comunicaci­ón previas, para encariñar a través de un contenido audiovisua­l”.

A esto se añade la crisis que enfrentan algunas empresas, como Cinemex, que cerrará salas de manera temporal en algunos estados para enfrentar la deuda tremenda que le causó el cierre por la pandemia… Esa, es otra historia.

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