Acaban males con el ingreso de las familias
A MERCED DE LAS FALLAS DEL SECTOR SALUD
CDMX.- El gasto de bolsillo es la proporción que las familias —principalmente las que carecen de seguridad social— destinan a solventar los requerimientos de la atención de la salud, una vez cubiertas sus necesidades alimentarias.
Aunque se logró disminuir el gasto de bolsillo nacional del 44% en 2012 al 41% en 2018, es la principal fuente de financiamiento del sistema de salud, pues las familias destinan casi 50% de su ingreso a atender las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes e hipertensión, desatendiendo la alimentación, educación y compra de bienes inmuebles
En entrevista con OEM, Fátima Masse, consultora en salud y desarrollo urbano del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco*), esta situación “vulnera la estabilidad financiera y las condiciona a caer en el umbral de pobreza, no nada más a las personas de más bajos ingresos sino a la clase media y alta”. Para llegar a esa conclusión, la consultora investigó el gasto en tratamiento de enfermedades crónico degenerativas en el IMSS, a través de una base de datos de reclamaciones de aseguradoras privadas y solicitudes de reembolso, comparándolo con los ingresos de las familias, y concluyó que los gastos anuales para las enfermedades crónicas incluso son altos para los estratos altos de la muestra estudiada.
Así, una familia de clase media que obtiene un ingreso anual de 127 mil pesos, “en promedio gasta en atender una diabetes 130 mil pesos al año. Es un dato elevado ya que contempla etapas avanzadas de la enfermedad”. Y “si hablamos de familias que tienen ingresos de 40 mil a 44 mil pesos al año, probablemente su decisión sea diferente y adquirir medicamentos y tratarse en el sector privado no sea una opción, pero es una decisión muy grave porque quedan a merced de las fallas en el sector público o ya no se atienden”, advirtió.