Zeferino Nandayapa y su eterna sonrisa
Hay que rendir honores a los hombres y mujeres que destacan por su esfuerzo y su talento en alguna rama del saber, del arte o disciplina en la cual se manifiesta su capacidad sobresaliente.
Don Norberto Nandayapa se dedicó a la elaboración de marimbas en Chiapa de Corzo, en el sureño estado de Chiapas. En 1931 nació su hijo Zeferino, a quien siendo niño le diseñó una pequeña marimba para que jugara. Pero de este instrumento infantil vino el gusto por la música y muy joven se trasladó a la Ciudad de México, con el interés de estudiar en el Conservatorio Nacional de Música, al que logró ingresar. Durante la etapa de sus estudios el director era el famoso músico y compositor don Blas Galindo.
El maestro y también compositor don Carlos Chávez lo invitó a tocar en la Orquesta Sinfónica de México, de la cual era director. Posteriormente participó como músico en un programa de la estación de radio XEW con los Hermanos Domínguez. Zeferino Nandayapa y Alberto Domínguez fueron compañeros de estudio en las clases de armonía que impartía el también músico y compositor don Carlos Jiménez Mabarak, de quien en esta plana periodística hemos hablado. Otra de sus notables actividades fue la de participar como músico en las grabaciones de discos de Agustín Lara y Toña La Negra.
Sin embargo, lo más importante es que él nunca abandonó su instrumento de origen que era la marimba. Es así como fundó varios grupos musicales. En 1958 creó la Marimba Nandayapa de concierto, siendo única en su género. Don Zeferino, músico de conservatorio, compositor y arreglista, grabó obras de la música clásica y sus discos se pueden
El maestro Zeferino Nandayapa, un virtuoso de la marimba, tenía además, como se dice, “un don de gentes”, era un hombre agradable y sencillo.
obtener con relativa facilidad. Esta marimba tuvo la distinción de presentarse en el Carnegie Hall de Nueva York. Como compositor se pueden citar sus piezas “Chiapas”, “Fantasía profana”, “Sinfonía de la paz” y “Aires mexicanos”.
La Marimba Nandayapa estuvo adscrita a la Secretaría de Educación Pública. Nos consta por ejemplo que en los años 70 del siglo anterior daba conciertos didácticos en las escuelas y también llevaba la música de concierto a reclusorios y unidades habitacionales populares de la Ciudad de México. En vivo era una delicia escuchar obras de la música clásica en marimba, aunque en discos compactos también se disfruta. Usted, amable lector, puede deleitarse con interpretaciones magistrales como “Tocata y fuga” en re menor de Bach, “Rondó alla turca” de Mozart, “la Campanella” de Liszt, “Sonata” en la mayor de Scarlatti o los valses 7 y 8 de Chopín, por citar algunas de las piezas clásicas en marimba.
El maestro Zeferino Nandayapa, un virtuoso de la marimba, tenía además, como se dice, “un don de gentes”, era un hombre agradable y sencillo. En ello lo más notorio era su sonrisa, la cual era permanente. Falleció en el año 2010, y pienso que ahora ha de estar ejecutando su música en una marimba celestial, precisamente con su eterna sonrisa.