La neurociencia en el aprendizaje
El sistema nervioso central influye en la forma en que nos desenvolvemos en diferentes contextos
Las neurociencias se encargan de analizar e interpretar la función de una de las células más importantes, la neurona. Busca comprender cómo nuestro sistema nervioso central influye en la forma en que nos desenvolvemos en diferentes contextos, las respuestas que tenemos ante distintos estímulos y las conductas que surgen con los mismos.
El cerebro y el aprendizaje han estado relacionados desde siempre, es en nuestro SNC donde todas aquellas experiencias y aprendizajes que adquirimos quedan guardadas, pero ¿cómo guardamos y respondemos la información que recibimos? Y es debido a la sinapsis, la manera en la que nuestras neuronas se comunican con la finalidad de transmitir un impulso nervioso, es decir, son las órdenes que nuestro cuerpo obedece cuando estamos haciendo cualquier cosa, incluso cuando dormimos el mecanismo de sinapsis está activo; nuestras sinapsis cambian constantemente, así que es gracias a esto que podemos recordar muchas experiencias y al mismo tiempo seguir adquiriendo nuevas una y otra vez. A pesar de que todos los seres humanos tenemos el mismo mecanismo a nivel fisiológico al momento de aprender algo, no todos tenemos el mismo ritmo de aprendizaje ni el mismo estilo, mucho menos las mismas respuestas a los estímulos que recibimos. Increíble ¿No? A pesar de tener anatómicamente hablando un órgano con las mismas células y las mismas funciones que estas desempeñan, nuestra mente, pensamientos y aprendizaje nunca serán iguales.
Existen ya los conceptos de las famosas inteligencias múltiples que explican de mejor forma cómo nuestro aprendizaje es encaminado más hacia diferentes caminos que las demás personas. El surgimiento de las neurociencias también surge en la necesidad de conocer el porqué de personas sobresalientes o con deficiencias notorias en el aprendizaje.
Cualquier parte de nuestro cuerpo puede sufrir una deficiencia o patología, incluyendo el cerebro, gracias a la búsqueda, estudio y experimentación se han resuelto muchas de las dudas que buscan responder los expertos. Los educadores son también los principales interesados en el desarrollo de la neurociencia y cómo influye en el aprendizaje que ellos buscan generar en sus alumnos. Se han encontrado suficientes antecedentes de que tanto los neurotransmisores dopamina como acetilcolina incrementan los aprendizajes en los estudiantes.
Cuando podemos ordenar una nueva información en una conexión ya existente, es decir, aprender algo nuevo, estos dos agentes no sólo refuerzan nuestra concentración, sino que proporcionan además satisfacción y, tal cual lo afirmaba Comenius, allá por el siglo XVII: todo aquello que nos produce complacencia, agrado o contento en nuestras instancias de aprendizaje, queda reforzado en nuestra memoria. Fuente especificada no válida. Los aprendizajes que desde pequeños vamos adquiriendo gracias a los educadores que buscan como podemos aprender siendo tan pequeños el concepto numérico, habilidades del pensamiento matemático, aprender a leer o escribir para posteriormente aprender a redactar y a resolver ecuaciones cada vez más complejas.
Todos estos conocimientos son la base que nos lleva a la búsqueda de aquello que más nos agrada, no es el mismo desempeño y aprendizaje de alguien a quien le encantan las matemáticas, pero estudia letras y literatura hispánica o casos contrarios. El conocimiento es sin duda, la herramienta más grande y poderosa que el ser humano tiene a su alcance, pero saber utilizar esta herramienta y aprovecharla es aún más importante. Cuando verdaderamente se busca comprender algo y aprenderlo para después aplicarlo en cualquier situación de nuestra vida, es importante escoger aquello que nos provoca felicidad y satisfacción, pues el aprendizaje será más eficiente y por supuesto nuestro cerebro nos lo agradecerá.
El aporte de las neurociencias al aprendizaje ha contribuido a la implementación de nuevas y mejores técnicas y métodos que fortalecen la forma en la que aprendemos y brindan los estímulos que necesitamos, su aportación es muy importante aún más en el cerebro de los pequeños, pues es cuando su sistema es un centro de búsqueda de conocimientos y experiencias que con el tiempo se transforman en las habilidades que requerimos para desarrollarnos en el entorno en el que vivimos.
Nuestros pensamientos son aquellos que nos ayudan a definirnos como personas y a generar ese aporte que le vamos dejando a las futuras generaciones, el aspecto intelectual y cognitivo de nuestra vida es algo que aún necesita de muchas investigaciones y aportes por parte de las neurociencias, los contextos sociales, familiares y ambientales son cada vez más diversos y tienen una gran influencia en el desarrollo intelectual del ser humano