Fue socio de un narcolaboratorio
NUEVA YORK. El presidente de Honduras fue socio en un laboratorio de cocaína que fabricó toneladas de droga para enviarla a Estados Unidos, aseguró el fiscal Michael Lockard, del distrito sur de Nueva York, en el juicio de un presunto narcotraficante que aborda la corrupción arraigada al más alto nivel político en el país centroamericano.
Los fiscales de la corte federal de Manhattan aseguran que Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, fue socio del acusado Geovanny Fuentes Ramírez y de su hermano Tony Hernández, declarado culpable de narcotráfico a gran escala en Nueva York en 2019. Y aunque no lo han inculpado, a lo largo del proceso de dos semanas insisten en su participación en la conspiración.
“Juan Orlando Hernández no sólo quería el efectivo del acusado (en sobornos), quería acceso a la cocaína del acusado (...) para poder exportarla” a Estados Unidos a través de Puerto Cortés, el mayor puerto hondureño, cerca del laboratorio de cocaína instalado en Cerro Negro, dijo Lockard en su alegato de clausura del juicio.
“El acceso al laboratorio del acusado podía valer millones. Y la protección de Juan Orlando Hernández no tenía precio para el acusado”, añadió.
Dijo que el presidente dio a Fuentes el contacto de su hermano Tony. “Tony Hernández, como Juan Orlando Hernández, era uno de los socios del acusado en el tráfico de droga. Es el hombre que dirigía el narcotráfico para Juan Orlando, que aceptó sobornos del dinero de la droga de Los Cachiros, es el hombre que envió kilos de cocaína con sus iniciales”, dijo Lockard.
“Ya escucharon cómo Los Cachiros pagaron enormes sumas de dinero a presidentes y candidatos presidenciales: a Juan Orlando Hernández, a su predecesor Pepe Lobo, a su predecesor Manuel Zelaya, a Ricardo Álvarez que se convirtió en vicepresidente”, dijo el fiscal al jurado, y dijo que el acusado siguió su ejemplo y usó “los poderosos contactos” del empresario Fuad Jarufe “para comprar protección”.
El fiscal Lockard afirmó, por su parte, que el laboratorio de cocaína, ubicado cerca de la ciudad de Choloma, en el norte de Honduras, no fue cerrado tras su allanamiento en 2011, como se presumió en la época, sino que siguió operando después del año 2013.
La sentencia de Tony Hernández, acusado de traficar 185 toneladas de cocaína a Estados Unidos, está prevista para el próximo 30 de marzo