Pese a la lluvia hubo procesión del silencio
Ni la lluvia que se registró en la capital veracruzana, ni la pandemia que se vive por Covid-19 impidieron que se llevara a cabo la procesión del silencio, con la que se recordó el dolor que padeció la virgen María tras la muerte de su hijo Jesús.
Una imagen de la virgen María vestida de negro y otra de Jesús, tras su muerte y haber sido bajado de la cruz, recorrieron algunas calles de la zona Centro de la ciudad para recordar que el hijo de Dios murió por la salvación de los hombres.
La pandemia obligó a realizar ajustes a todas las actividades representativas de la Semana Santa, entre ellas, la procesión del silencio que en años anteriores se desarrollaba con la presencia de miles de feligreses. En esta ocasión, además de impedir que las personas se aglomeraran, el recorrido a desarrollarse también fue modificado. En años anteriores, previo a la pandemia, los feligreses se reunían en la iglesia Emperatriz de América, ubicada en la avenida Américas, para recorrer a pie varias calles y concluir en la Catedral Metropolitana de Xalapa. Sin embargo, este año se recurrió al uso de vehículos para el desarrollo de la procesión, por lo que la salida y llegada del contingente fue en la Catedral. La procesión se realizó por la avenida Manuel Ávila Camacho y las calles Sayago, Poeta Jesús Díaz, 5 de Febrero, Xalapeños Ilustres y Enríquez.
Pese a la lluvia, decenas de personas salieron a la puerta de sus viviendas para ser partícipes de este momento en el que se recuerda el luto de la virgen María por haber perdido a su hijo, motivo por el que algunos feligreses encendieron velas, guardaron silencio mientras pasaba el contingente e incluso vistieron de negro.
Previo al recorrido, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, encabezó la misa en la que se recordó la Pasión de Cristo, caracterizada por el recorrido que el hijo de Dios realizó hacia el Monte Calvario, lugar donde fue crucificado.
En un breve mensaje pidió a los fieles elevar oraciones por todas las familias que han perdido a un ser amado durante a causa del coronavirus, por la delincuencia, en accidentes o por alguna enfermedad.
“Lamentamos que las personas estén sufriendo por la pandemia. En estos tiempos es importante acrecentar nuestra fe en Cristo, en estos tiempos de pandemia todos hemos sufrido por la muerte de algún ser querido”, expuso.
Además, solicitó creer en la cruz, insignia que recuerda que el hijo de Dios murió por la salvación de los hombres, “necesitamos tener mayor fe y creer que Dios nos ama, por eso entregó a su hijo unigénito”.
Tras el recorrido de la procesión del silencio, se llevó a cabo la celebración del rosario del pésame, con el que se pide por aquellas madres que han perdido a sus hijos por diferentes circunstancias, especialmente, por desapariciones.