México y EU apoyan plan urgente para Centroamérica
CDMX. El presidente Andrés Manuel López Obrador y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, compartieron la urgencia de poner en marcha programas de ayuda humanitaria de emergencia en Guatemala, Honduras y El Salvador, con fin de garantizar una migración ordenada, segura y regular.
Asimismo, reafirmaron el compromiso de proteger los derechos humanos de las personas migrantes, con énfasis en el resguardo adecuado de los menores no acompañados.
Andrés Manuel López Obrador informó que sostuvo una charla telefónica con la vicepresidenta de Estados Unidos, quien es la encargada de atender el tema migratorio en Centroamérica. La llamada se da en paralelo al anuncio del gobierno estadounidense del envío de un equipo a la región para evaluar las necesidades humanitarias.
“Existe disposición de nuestra parte para sumar voluntades en el combate al tráfico de personas y protección de los derechos humanos,
En la conversación se mencionaron los proyectos de cooperación para el sur de México y los países del norte de Centroamérica
sobre todo de niñas y niños”, expuso el mandatario en sus redes sociales.
El gobierno de México informó que en la conversación se mencionaron los proyectos de cooperación para el sur de México y los países del norte de Centroamérica; además de los proyectos derivados del diálogo entre la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) y la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés).
La USAID movilizará al Equipo de Respuesta de Asistencia para Desastres (DART) para atender necesidades humanitarias urgentes en Guatemala, Honduras y El Salvador, donde se coordinará con los funcionarios locales y brindará ayuda a las familias y comunidades afectadas por la crisis.
“El despliegue de un equipo de DART proporcionará la asistencia humanitaria necesaria, ayudando a las personas de la región donde se encuentran”, indicó la vicepresidenta Harris en un comunicado.
El pasado 27 de marzo, el presidente Joe Biden asignó a la vicepresidenta Harris la tarea de supervisar los esfuerzos con los países centroamericanos para detener el flujo de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos.