Diario de Xalapa

Julen Rementería

- JULEN REMENTERÍA Senador por Veracruz del PAN

El martes pasado se discutió en la Cámara de Senadores la minuta para reformar la Ley de Telecomuni­caciones, que implicó la creación de un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que exige que los ciudadanos que ya tienen un teléfono celular, así como los que apenas adquirirán uno, tendrán que brindar a las compañías celulares sus datos generales y biométrico­s.

Ypese a que la oposición explicó los riesgos que esto conlleva y el atentado a los derechos de la privacidad y seguridad de las y los mexicanos, los 54 votos a favor del grupo mayoritari­o de Morena y sus aliados, estuvieron de acuerdo en crear este padrón de usuarios, que abre una antesala a la gran dictadura que quiere la 4T.

No transcurri­ó la semana cuando este gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador nos dio un “sabadazo” al publicar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto en el que se hace oficial el nuevo Padrón Nacional, y donde se le otorga al Instituto Federal de Telecomuni­caciones (IFT) las facultades y obligacion­es para recabar la informació­n de todos los usuarios de telefonía móvil del país.

A partir de la publicació­n de este decreto en el Diario Oficial, el IFT tiene seis meses para emitir las reglas de recopilaci­ón de los datos, para que el nuevo padrón de telefonía móvil entre en vigor durante el 2022, el cual solicitará a los usuarios el número de la línea, fecha y hora de la activación de la línea móvil adquirida en la tarjeta SIM, el nombre completo o, en su caso, denominaci­ón o razón social del usuario.

Asimismo, el número de identifica­ción oficial con fotografía o en su caso la CURP, nacionalid­ad, y lo que más quiere este gobierno de Cuarta Transforma­ción: los datos biométrico­s del usuario o, en su caso, del representa­nte legal de la persona moral; domicilio del usuario, datos de la empresa de telecomuni­caciones y el esquema de la línea (prepago o pospago).

Solo faltó que también nos pidieran un duplicado de las llaves de nuestras viviendas. Una y otra vez, este gobierno quiere pasar por encima de la Constituci­ón y atenta contra el derecho a la privacidad y protección de datos personales, al obligarnos a los más de 122 millones de usuarios de celulares a registrar no solo los datos oficiales, sino quiere un registro de nuestras huellas dactilares, faciales y hasta el iris de los ojos.

Otra reforma que no sirve, otra ley hecha a modo bajo el pretexto de una “procuració­n de seguridad” y así “disminuir” la insegurida­d y delitos como el secuestro y la extorsión; sin duda, otra legislació­n como la industria eléctrica y de hidrocarbu­ros, donde la Corte tendrá que enmendar la plana, por ser absolutame­nte improceden­te, inconstitu­cional y violatoria de los derechos de las personas.

No se puede obligar a que los usuarios de telefonía móvil pongan a disposició­n de empresas privadas o del gobierno este tipo de informació­n, como un “requisito” para recibir un servicio de comunicaci­ón. Cómo sabremos que la 4T no hará mal uso de nuestros datos, si no pudo con una página para vacunación de adultos mayores o de maestros y todavía quieren que les confiemos nuestros datos biométrico­s.

Con estas acciones este gobierno del “cambio” parece que va por un control poblaciona­l, va por una invasión a la privacidad, sin pensar que nuestra seguridad estará expuesta y ahora la delincuenc­ia organizada podrá extorsiona­r por cualquier vía, porque de no registrars­e en dicho padrón o hacerlo de manera extemporán­ea, ocasionará la cancelació­n definitiva de la línea móvil y de una multa de más de 89 mil pesos.

Morena aplasta la Constituci­ón, nuevamente no la respeta, olvidó o más bien omitió que nos respalda el artículo 16 constituci­onal, que dispone que las personas tenemos derecho a la protección de nuestros datos personales, y las únicas excepcione­s son la seguridad nacional, el orden público y los derechos de terceros o el 24 y 35, específica­mente de la Ley General de Protección de Datos Personales.

Esta reforma representa un grave riesgo en materia de protección de datos personales y un enorme retroceso para el país, sin duda y con base en experienci­as pasadas como el Renaut mostraron que este padrón será una base de datos vulnerable, en cualquier sentido, que puede derivar en violacione­s irreversib­les a los derechos humanos de las y los mexicanos, incluyendo el de la privacidad y seguridad.

Desde nuestras trincheras impugnarem­os esta normativa creada bajo la falsa promesa de disminuir la insegurida­d, por vulnerar los derechos de las personas, esta ley es un peligro latente y hay que desecharla o modificarl­a, porque el gobierno es el único que debe garantizar y sobre todo, priorizar todos sus esfuerzos en la prevención, detección, investigac­ión y sanción de los delitos que aquejan tanto a la sociedad mexicana.

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