Diario de Xalapa

Emoción y temor por el inminente regreso a clases

Hay quienes confían en que las medidas sanitarias aplicadas sean suficiente­s para evitar contagios de Covid 19

- CELIA GAYOSSO

Mientras que algunos niños, padres y maestros se dicen emocionado­s por el regreso a clases presencial­es, otros tienen temor o se mantienen en la incertidum­bre, sobre todo porque desconocen cómo estará la organizaci­ón en los planteles educativos. Por otro lado, en escuelas ya se realizan trabajos de limpieza por parte de padres de familia y docentes.

Rosa Elvira Amador, madre de dos niñas, se dice de acuerdo en que por fin sus hijas regresen a clases, aunque también reconoce sentir temor por la emergencia sanitaria; sin embargo, durante la pandemia ha enseñado a sus hijas a extremar medidas de higiene. A su vez, la maestra Adriana Baizabal dice tener sentimient­os encontrado­s y asegura que docentes han encontrado mucho apoyo en los padres para que sus hijos regresen pronto a las aulas.

Mientras que algunos niños, papás y maestros están emocionado­s por el regreso a clases presencial, otros aún tienen sus reservas y temores, sobre todo porque a ciencia cierta no saben cómo estará la organizaci­ón. Por otro lado las escuelas han estado siendo limpiadas por los padres de familia y maestros con recursos propios, porque las autoridade­s, indican, no les han dado los kits de limpieza.

Rosa Elvira Amador, madre de dos niñas, una de primaria y otra de secundaria, dijo que está de acuerdo en que por fin sus hijas regresen a clases porque “no es lo mismo, las clases a distancia fueron solo una manera de entretener­las, pero que yo vea que hubo avance, la verdad no”.

Consideró que no es culpa de maestros ni de alumnos el bajo nivel con el que los niños retomarán sus clases, porque la pandemia “nos agarró despreveni­dos, pero la verdad es que el nivel no era tan bueno; en mi caso lo único que pude hacer fue ponerlas a leer y a que vieran por internet videos de matemática­s porque yo la verdad de eso ya no sé nada”.

En ese contexto, dijo sentir temor, pero también sabe que la vida continúa por lo que ha enseñado a sus hijas a extremar las medidas de higiene, con sus manos, su cara y con su ropa.

La maestra Adriana Baizabal Galindo aseguró que ha tenido sentimient­os encontrado­s, pues por un lado está emocionada de poder regresar a impartir sus clases presencial­es, en lo que ha encontrado mucho apoyo por parte de las mamás de sus alumnos que se han prestado a limpiar el salón de clases y a elegir los materiales que sirven y los que ya no; pero por el otro aún tiene dudas de cómo se organizará­n porque se decía que los niños podrían tener clases de hora y media, cada pequeño grupo, aunque media hora se les irá en el ingreso, por lo que prácticame­nte les quedará sólo una hora para la clase, lo que considera no alcanzaría para lo que quiere y debe enseñar. José Pérez Palestina, padre de una niña de primer grado de primaria, considera que por un lado está bien que ya haya clases presencial­es sobre todo porque es mentira que los niños hayan aprovechad­o sus clases en línea, aunque por el otro aún siente temor porque aunque su niña es disciplina­da y es la primera en pedir el uso del cubreboca a su familia, interactua­rá con niños que quizá no guarden la distancia ya sea por el gusto de verse, por jugar o simplement­e porque se les olvide.

Asentó que está tratando de ser muy positivo, de coordinars­e con los maestros para la limpieza de la escuela y en la cooperació­n con los productos de limpieza porque quiere que todo sea para bien.

Roberto Daniel Rojas, quien cursa primero de secundaria en la General número 7, está muy emocionado porque ni siquiera conoce su escuela, ni a todos sus compañeros, solo a dos o tres vecinos que quedaron en la misma escuela que él, por lo que ya quiere asistir de manera presencial porque quiere tener clases de dibujo, quiere usar las canchas de basquetbol y saber qué se siente realmente ir a la secundaria. Manuela María Alcázar, quien tiene dos hijos, uno en tercero de secundaria y otro en primer grado, dijo que espera que las autoridade­s educativas entiendan que luego de más de un año sin clases los uniformes ya no le quedan al mayor, y al pequeño no le compró porque no hacía falta. “Espero comprensió­n en ese caso porque a lo mejor el del mayor le quedará al otro, pero ya no voy a comprar uniforme para unos meses, porque se me viene el ingreso a la prepa y también tendré que comprar uniforme”.

Está de acuerdo en que sus hijos vuelvan a la escuela de manera presencial, porque ya les hace falta, “necesitan gastar energías, porque en la casa se ponían hasta de malas”, dijo. Finalmente Luz del Carmen Romero Torres, madre de una niña de sexto de primaria, comentó que su hija está muy emocionada de volver porque aunque sabe que no habrá graduación ni fiesta de salida, le da mucho gusto volver a ver a sus amigas y compañeros antes de que cada uno se vaya a secundaria­s diferentes.

Dijo que como la ve tan contenta y emocionada, ella también lo está, y que lo único que le recomienda es que tome todas las medidas para que ninguno se vaya a enfermar y todos puedan terminar bien su primaria.

ROSA AMADOR

MADRE

Las clases a distancia fueron solo una manera de entretener­las, pero que yo vea que hubo avance, la verdad no”

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EDUARDO MURILLO Imagen ilustrativ­a.
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