La hazaña de ser madre en la pandemia
CARLA ESTEFANÍA MADRE DE FAMILIA En estos meses (de pandemia) he aprendido a ser paciente, tener una mente abierta y confiar que con cuidado y atención podemos evitar enfermarnos".
Mamá, esposa, maestra y ama de casa, son algunos de los roles que madres se han visto obligadas a desempeñar para mantener el orden en el hogar; otras han aprendido a ser madres durante el confinamiento.
El contacto físico con otros niños, así como los juegos en espacios abiertos como parques donde su hija pueda interactuar es lo que más ha extrañado durante el año de pandemia Carla Estefanía, pues su hija de poco más de un año, no había tenido oportunidad de interactuar con otros niños.
La joven, quien se estrenó como mamá el 25 de enero de 2020, por motivos personales tuvo que hacer varios viajes durante el año pasado y en ellos, para proteger a su pequeña, tuvo que desinfectar los asientos del autobús, le cubrió la carita con una sábana mientras dormía y ella se abstuvo de comer y tomar líquidos durante más de diez horas para no tener necesidad de ocupar el sanitario.
Le ha resultado muy difícil sacarla de casa para llevarla a consulta médica, revisión y a la aplicación de las vacunas, así como al Registro Civil donde la registró, pues siempre existía el peligro de contagiarse de Covid-19, lo que la ponía muy nerviosa.
El primer año de vida de su hija, Carla Estefanía ha aprendido a ser paciente y a tener confianza en que sus cuidados y atención han sido buenos para evitar que ambas puedan enfermar y cuando por alguna razón la pequeña ha enfermado siempre le queda la duda sobre qué hubiera podido hacer mejor para que eso no sucediera.
Por otro lado, ha aprendido a hacer de la higiene un aliado para evitar cualquier infección, pues si antes tenía cuidado ahora ha duplicado las acciones con el lavado de frutas, legumbres, ropa, zapatos, pisos donde la niña que empieza a caminar se sienta o toca para levantarse.
Para suplir la interacción de su hija con otros niños en la calle o parques, ha adquirido diversos juegos y juguetes para enseñarle las texturas; asimismo aprovecha la hora del baño para jugar y pasar más tiempo juntas, ahí le da tiempo para que experimente con sus manos y aprenda palabras nuevas. Trata de esta manera suplir lo que la niña no puede aprender fuera de su casa.
El tener que criar a su hija en condiciones de pandemia le ha dado una mente abierta para aprender cómo ser una mamá que le enseñe lo que de momento no puede experimentar afuera, de ahí que lo que más extrañe es disfrutar de un tiempo en un parque donde puedan pasear y jugar.