Sin el INAI se acaba la rendición de cuentas El sobrecosto
de la Refinería Olmeca en Dos Bocas; las irregularidades por más de mil 300 millones de pesos, en el Tren Maya; las empresas con diversas anomalías que recibieron contratos por 78 millones de pesos en la construcción del AIFA y la gran estafa en Segalmex es parte de los ejercicios de rendición de cuentas que hace el INAI.
Por eso la obstinación de este gobierno que se dice diferente de acabar, de aniquilar al INAI, para ocultar en lo más profundo la inmensa corrupción de un gobierno que se dijo ser la esperanza de México y además transformador.
Y sí, en gobiernos pasados también se dieron actos de corrupción que igualmente fueron descubiertos gracias a las plataformas de transparencia y de los organismos autónomos encargados de la rendición de cuentas a los mexicanos, muchos de esos casos fueron el estandarte de este gobierno guinda que predicó y repitió que acabaría con la corrupción.
La misma corrupción que dijo que iba acabar, es la que hoy protegen bajo el concepto de “seguridad nacional”, hoy son todo eso que juraron destruir.
El gobierno transformador también hace votar a los muertos, vigila a los mexicanos bajo el pretexto que es trabajo de inteligencia, y da adjudicaciones directas, y tal como lo dijo recientemente en su informe anual la Comisionada presidenta del INAI, Blanca Lilia Ibarra, “lo injusto no soporta verse descubierto”.
Por eso el veto del presidente a los nombramientos de los comisionados del INAI, porque no quiere que lo sigan descubriendo, por eso su partido dejó pasar un año para nombrar a quienes serían los comisionados, porque Morena aborrece la transparencia.
Pero el INAI no puede esperar, la transparencia no puede esperar, el partido en el poder sabe que este 31 de marzo cierra el periodo para nombrar a los comisionados y si dichas designaciones pendientes no se definen antes de esa fecha, el organismo quedará inoperante e imposibilitado porque no tendrá quórum para sesionar.
Este gobierno que prometió esperanzas, solo ha traído desgracias, ofreció rendición de cuentas y mucha transparencia, pero tiene el vicio de la opacidad y oculta los datos de gastos de sus obras, con artimañas como calificar la información de reservada, confidencial o inexistente, insisto, odian rendirles cuentas a los mexicanos.
El presidente sabe que sin el INAI se acabaría la transparencia, y sin duda sería el mejor escenario para un gobierno opaco que falsamente predica honradez, por eso el presidente repite que no hace falta esta institución en su gobierno, pero la cruel realidad le dice que en la mal llamada Cuarta Transformación la opacidad cada día va en aumento.
Morena y su falsa transformación son sinónimo de opacidad, indolencia, robo, negligencia y abusos de poder, cómo van a querer al INAI, si de ese tamaño es la desesperación que buscan acabar con una institución para esconder toda su gran corrupción.