Mindful eating: un mundo sin dieta
La alimentación actual, altamente calórica, ha favorecido la aparición de enfermedades diversas
La palabra “Dieta” hace referencia a todos los alimentos que comemos. Por esta razón pueden existir “dietas” buenas, malas, regulares, completas, incorrectas y un interminable etcétera. Los seres humanos comemos desde siempre con el objetivo de cubrir necesidades vitales (energéticas y nutricionales) sin embargo, actualmente hemos modificado la forma en que lo hacemos, llevando a cabo una alimentación hedonista, la cual consiste en comer por gusto, placer o recompensa. La alimentación en el presente siglo se caracteriza por contener alimentos altamente calóricos, palatables, estimulantes y llamativos, lo que ha favorecido la aparición de enfermedades relacionadas con la nutrición. Aunado a la manera en que nos alimentamos, los humanos en el siglo XXI experimentamos una crisis de atención, somos una sociedad inmersa en la hiperestimulación, lo que ha conducido a graves dificultades de concentración en diversas esferas de la vida, dentro de ellas ha afectado la relación con la comida.
Mindful eating (alimentación consciente), surge del mindfulness que puede ser entendida como “la conciencia que surge de prestar atención, de forma intencional, a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella”. Es una herramienta para trabajar en nuestro interior, es decir, aprender a escuchar al cuerpo a través de la redirección de la consciencia (darse cuenta, estar atento), se trata de una capacidad a desarrollar con la práctica y el tiempo que ha aportado proporcionando mayor control sobre las emociones, sensaciones, pensamientos y comportamientos, reduciendo conductas impulsivas y automáticas. Entonces, ¿qué es el mindful eating? Es dirigir la atención a la experiencia de comer, es decir, ser conscientes de qué, cómo y cuánto comemos, de diferenciar las sensaciones fisiológicas de las psicológicas que nos producen
9 TIPOS de hambres se han identificado y que van más allá de lo fisiológico.
los alimentos que ingerimos y el comportamiento que nosotros tenemos hacia este acto, identificando la relación que existe entre los alimentos, las emociones, las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo. La realización de esta práctica requiere una actitud de principiante, de agradecimiento, aceptación y autocompasión. De acuerdo con Jan Chozen Bays (médica pionera en mindful eating), el corazón sintiente y la mente pensante son los dos factores que dan origen al problema de una alimentación no consciente, es por ello que nos invita a reflexionar sobre los 9 tipos de hambre, en donde se pueden identificar sensaciones que van más allá de un hambre meramente fisiológica. * Instituto de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición (Universidad de Guadalajara) /Facultad de Nutrición y Posgrado en Biología Integrativa (UV)