Incendios han arrasado con flora y fauna
Los siniestros de 1998 y 2019 han sido los más devastadores; el primero acabó con más de 3 mil 500 hectáreas de bosque
LAS VIGAS, Ver.- Los incendios del Cofre de Perote en 1998 y de la reserva ecológica San Juan del Monte, en Las Vigas, en 2019, han sido de los más devastadores, pues el primero acabó con más de 3 mil 500 hectáreas de bosque y el segundo con alrededor de mil 200, de acuerdo con ejidatarios y con la Semarnat.
Otros incendios que han dejado daños considerables son los ocurridos de manera reciente en la región de las Altas Montañas, en donde la pérdida de masa forestal se calcula que, de manera preliminar, sea de más de 2 mil 300 hectáreas, entre los municipios de Soledad Atzompa, Rafael Delgado, Maltrata, Nogales, Ciudad Mendoza y Acultzingo, según informes de la Secretaría de Protección Civil (SPC)
De acuerdo a la autoridad, los incendios forestales son provocados, en un 90%, por la actividad humana, entre la que se encuentran las quemas agrícolas, fogatas de turistas y quemas de pastizales. Además, la tala clandestina es otra actividad que a diario atenta en contra de zonas boscosas.
Los incendios del Cofre de Perote y de San Juan del Monte causaron también la pérdida de fauna y la disminución de la captación de agua en agravio de comunidades, dice Heriberto, habitante de El Llanillo, poblado cercano a la reserva ecológica.
A través de programas de reforestación, la Sedema y la Conafor, además de ejidatarios y asociaciones civiles, impulsaron programas de reforestación, lo que ha permitido recuperar parte de la superficie devastada por el fuego.
Sin embargo, en algunos lugares, principalmente del Cofre de Perote, el renuevo de pinos corresponde a la naturaleza, pues lo difícil y peligroso del terreno ha impedido el traslado de plantas para la reforestación.
Durante un recorrido en la reserva ecológica San Juan del Monte, se pueden ver aún pinos quemados y algunos talados, pues su madera fue aprovechada comercialmente para evitar que funcionara como combustible y prevenir más incendios.
Asimismo, también se ven renuevos en cerros y se puede escuchar el canto de algunas aves. A lo lejos, se aprecian cerros con arbolado joven, en donde hace cuatro años el fuego arrasó con todo.
INCENDIO DE 1998 FUE DEVASTADOR EN EL COFRE
La temporada de incendios forestales de 1998 es recordada como una de las más graves, pues a nivel nacional se contabilizaron más de 14 mil 400 siniestros con daños en al menos 840 mil hectáreas; en Veracruz se registraron 539 incendios, incluido el del Cofre de Perote, con pérdidas en más de 3 mil 500 hectáreas de bosque, de acuerdo con el Programa de Manejo del Parque Nacional del Cofre de Perote de la Semarnat.
El siniestro fue durante abril de ese año en los parajes Agua del Oyamel, Laguna Tilapa y Llano Redondo, con una severa afectación en el arbolado adulto, joven y renuevo en bosque de oyamel, pinos y arbustos, según el informe oficial.
Ese mismo año, también hubo un incendio en el ejido Tonalaco, del municipio de Xico, con afectaciones en alrededor de 300 hectáreas de bosque comunitario; brigadistas, policías, militares, ejidatarios y voluntarios se sumaron para apagar ambos siniestros.
De acuerdo con el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), tras el incendio en la montaña del Cofre de Perote, se desarrollaron actividades y jornadas de restauración de ese ecosistema que dota de agua a localidades cercanas a la montaña y a Xalapa. Los trabajos se realizaron en más de 2 mil hectáreas, por arriba de los 3 mil metros sobre el nivel del mar.