Confianza y esperanza, las claves del proceso electoral
Los estudios realizados por el politólogo Aisteir Montfort demuestran que en las últimas elecciones, a nivel nacional, los segmentos de menores y mayores ingresos son los que más participan en los procesos electorales, en contraste a lo observado por Soto y Cortez en 2006 cuando la participación por segmento socioeconómico tomó la forma de una U invertida.
Este comportamiento podría explicarse mediante un refuerzo del control de los programas sociales entre los segmentos de menores ingresos como un incentivo a la participación y la movilización inducida, mientras que en las clases de mayores ingresos, son la información y la conciencia cívica las que moviliza el voto.
Entre 2018 y 2021 los partidos que más votos perdieron en todos los segmentos socioeconómicos fueron Morena y el Partido Verde, relocalizándose principalmente en el PAN. La pérdida de confianza en los partidos de la coalición gobernante fue más profunda en los segmentos de mayores ingresos. Entre las motivaciones para el voto, las principales son la confianza y la esperanza.
De acuerdo con un estudio recientemente publicado por El País, en México las mujeres participan más en procesos electorales que los hombres y en los últimos años la ideología subyacente al voto entre hombres y mujeres se ha polarizado, mientras los hombres se han derivado hacia los valores tradicionales de la derecha, las mujeres se han orientado de manera constante hacia los de la izquierda. Esta brecha ideológica es constante en todas las edades.
Los resultados de la elección del 2 de junio en Morelos depende, fuertemente, de que las candidatas a presidenta y gobernadora transmitan que comparten los mismos valores de la sociedad, que emocionen, que despierten confianza y la esperanza en un mejor futuro, que movilicen el voto de la clase media, incentivando la participación femenina.
PD. México es uno de los países más peligrosos del mundo, sobre todo para los periodistas. El pasado viernes murió de forma violenta nuestro amigo y compañero Roberto Figueroa, biólogo de formación y periodista por vocación. Un muerto más de la larga lista que nos ha dejado el desgobierno de Cuauhtémoc Blanco en Morelos. Promover la continuidad sería un acto suicida.