Vida plena y saludable Buena atmósfera
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva”.
Me acuerdo de este versículo de la Biblia cuando alguna circunstancia o desafío de la vida cotidiana parece agobiarme sin aparente solución. Pero, ¡qué alegría salir airosa de ellos! Es como vivir en el “cielo nuevo y tierra nueva” que menciona el Apocalipsis.
¿Cómo entender mejor ese cielo? La escritora metafísica Mary Baker Eddy, en su libro “Ciencia y Salud”, define cielo como: “Armonía, el reino del espíritu, gobierno por el principio divino, espiritualidad, felicidad, la atmósfera del alma”.
Estar en ese “cielo” es un estado de conciencia en donde sé que la totalidad del bien proviene de lo divino.
Para el doctor en Informática José Galindo, profesor titular de la Universidad de Málaga, los desafíos son una oportunidad para perseverar y mejorar la calidad de vida y cuando los pensamientos y acciones son congruentes, se logra una armonía interior.
Vivir ahora mismo en el cielo, es decir, vivir en un estado mental de armonía, ¡es realmente esperanzador y reconfortante!
Hace algunos años pude experimentar qué es vivir en un nuevo cielo después de resolver una circunstancia muy adversa para mí. Uno de mis ojos fue lesionado al tratar de romper una cáscara de maní con mucha presión, ocasionando que partes pequeñas de la misma entraran a mi ojo.
El solo hecho de parpadear me producía dolor y era un tanto difícil permanecer en calma. Cuando una persona con quien me encontraba en el trabajo mencionó mi situación, me aturdí un poco pero no me intimidé.
El comentario sirvió para recurrir a lo que tenía siempre conmigo: orar. Eso significa para mí permanecer en serena quietud de pensamiento. Cuando el pensamiento se alinea con la mente divina, Dios, nos sentimos rodeados de una atmósfera con expectativas del bien, en donde no hay temor, sólo la totalidad del bien y se debe aferrar firmemente a Dios y no permitir que nada sino su semejanza esté en el pensamiento; tal como explica Eddy en el libro Ciencia y Salud, que trata sobre la curación espiritual, cuando se pasa por una enfermedad.
Al reflexionar con estas ideas espirituales reconocí que la semejanza del bien divino sólo refleja su igual y por consiguiente yo era, y soy siempre, parte del bienestar; lo que quiere decir que todo lo que me rodeaba sólo podría ser armonioso y eterno.
Fue notable cómo después de esa reflexión la lesión en mi ojo mejoró. Eso hizo sentirme totalmente en paz. En poco tiempo logré abrir mi ojo y parpadear de manera cotidiana y normal, el malestar y la lesión desaparecieron por completo.
Esta experiencia para mí fue como vivir el “cielo nuevo y la tierra nueva”. Continúo aprendiendo más acerca del bienestar espiritual que me permite vivir más saludablemente y me anima saber que todos pueden tener experiencias parecidas.
No soy la única que vive así. Conozco a personas que llevan una vida armoniosa, dejándose guiar por la sabiduría espiritual que para ellos es el mejor camino para su salud. ¡Todos pueden vivir el “cielo nuevo y la tierra nueva” ahora mismo!
————— (*) Integrante del Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Perú. peru@compub.org