En la lucha contra el Parkinson
En conmemoración del día mundial de la lucha contra el Parkinson, celebrada ayer, recordamos la historia del doctor James Parkinson, por quien la enfermedad lleva su apellido.
A lo largo de la historia médica pueden encontrarse descripciones de pacientes con signos y síntomas sugerentes de la denominada Enfermedad de Parkinson.
En los textos vedas (escrituras sagradas del hinduismo) se hace mención a la presencia de un tipo de “personas con temblor”, denominada kampavata, que se trataban mediante el uso de ciertas hierbas.
Fue hasta 1817 cuando se publican los informes del médico inglés James Parkinson, en los que se describe con gran precisión el temblor, lentitud de movimientos y alteración en la postura presentes en la enfermedad.
Posteriormente el neurólogo francés Charcot agrega la presencia del signo denominado “rigidez”, debido al aumento del tono en los músculos. Es entonces cuando se refiere a los pacientes con todos estos signos como portadores de la Enfermedad de Parkinson.
Las actividades del Dr. Parkinson dentro del campo de la medicina inicialmente se dirigieron hacia el área de la pediatría como médico general, para posteriormente extender sus labores en un hospital privado para enfermos mentales.
Es durante esta etapa cuando publica el libro “Un Ensayo sobre la Parálisis Agitante”, donde reporta un total de seis enfermos: tres atendió como pacientes, dos los observó casualmente en la calle y el último “solo lo vio a la distancia”.
Si bien se efectuó una excelente descripción de la en- fermedad, el Dr. Parkinson no menciona algún tratamiento eficaz.
Años después, en 1969, el descubrimiento del fármaco levodopa marca un parte aguas en el manejo de los pacientes, ya que mejora algunos síntomas.
Sustancia que ayuda
La enfermedad se caracteriza por diversas manifestaciones, siendo las más frecuentes las que afectan el sistema motor de nuestro organismo, que requiere para un adecuado funcionamiento de dopamina.
Entre las manifestaciones de los pacientes están: el temblor que se compone en forma de movimientos de pildoreo o cuentamonedas, rigidez y bradicinesia (lentificación del movimiento).
Sin embargo existen lesiones a nivel de otras estructuras cerebrales que no trabajan con la dopamina. Esto se ha relacionado con la aparición de otros síntomas como la pérdida del olfato o ciertos trastornos del sueño como el insomnio o trastorno conductual del sueño.
En el caso de éste último se debe descartar la presencia de crisis convulsivas, que se deba al uso de medicamentos o abuso de ciertas sustancias. En algunos estudios se estima que hasta una tercera parte de los pacientes pueden presentar este trastorno a lo largo de la evolución de la enfermedad y frecuentemente son los familiares quienes reportan esta alteración.
La hiposmia (pérdida de olfato) puede aparecer hasta en el 90% de los pacientes. Otro síntoma frecuente puede ser el estreñimiento.
Se han implicado múltiples orígenes en la génesis de la enfermedad como trastornos genéticos, exposición a herbicidas y edad avanzada, entre muchos otros.
En la actualidad existen fármacos y métodos quirúrgicos que son de gran utilidad para el tratamiento.
————— (*) Neurólogo Clínico. Correo electónico: joref6@hotmail.com