Abrazar a bebés ayuda a curarlos
Crece el síndrome de abstinencia en los recién nacidos
Bebés vulnerables hijos de madres adictas a analgésicos o heroína están recibiendo el cariño que necesitan durante sus primeras semanas, gracias a voluntarios cuya única tarea es abrazarlos.
Los hospitales y centros de atención en Estados Unidos que hicieron un llamado de ayuda se vieron inundados de respuestas de personas deseosas de ofrecerle consuelo físico a los bebés durante los difíciles días de abstinencia que tienen que pasar al dejar de recibir las drogas que les llegaban cuando estaban en el vientre de sus madres adictas.
Numerosos estudios han demostrado los beneficios del contacto físico humano y el personal médico ha confirmado que el reclutamiento de voluntarios para abrazar y acurrucarse con los bebés tiene un efecto positivo. Muchos recién nacidos pasan semanas o meses en el hospital, mientras los van deshabituando gradualmen- te de los medicamentos a los que fueron expuestos. A veces no están con sus padres o sus madres, quienes pasan muchas horas del día asistiendo a programas de rehabilitación de drogas.
Los bebés sufren de síndrome de abstinencia neonatal porque sus madres tomaban analgésicos y drogas. De acuerdo con el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, cada 25 minutos nace un bebé con síndrome de abstinencia neonatal.
Sus síntomas varían dependiendo de qué tomaba la madre, pero pueden incluir llanto excesivo, fiebre, irritabilidad, respiración rápida, convulsiones, trastornos del sueño, temblores, vómitos y sudoración.
“Estos bebés necesitan sentir amor, contacto humano y una voz suave para consolarlos cuando sienten dolor”, dice Mary Ann Malloy, jefe de enfermería de la unidad de cuidados intensivos neonatales en el Centro Médico de Filadelfia.
“Uno se siente impotente cuando los bebés están inconsolables, pero los voluntarios ayudan a que no lleguen a ese punto. Los cargan antes del primer gemido”.