Alegría puede presentarse en todo el cuerpo
Tenemos diversas manifestaciones al estar contentos
Es un hecho que la alegría causa un gran impacto en el organismo y “Muy Interesante” informa sobre las diferentes manifestaciones de este sentimiento. A nivel emocional, la alegría tiene una gran variedad de formas: euforia, llanto, con una profunda sensación de satisfacción y muchas más.
A nivel científico, sentimos alegría en nuestros neurotransmisores, que son pequeñas células químicas “mensajeras” que transmiten señales entre las neuronas y otras células del cuerpo. Esos neurotransmisores son responsables de los procesos y sentimientos en casi todos los aspectos del cuerpo, desde el flujo sanguíneo hasta la digestión.
La alegría se siente en el cuerpo debido a la liberación de dopamina y serotonina, dos tipos de neurotransmisores en el cerebro. Ambas sustancias químicas están fuertemente asociadas con la felicidad. Así, cuando algo nos hace feliz, el cerebro recibe la señal para liberar estos químicos en el sistema nervioso central, lo que causa reacciones en otros sistemas del organismo, como el sistema circulatorio.
El sistema nervioso autónomo también se ve influido por los sentimientos de alegría y euforia. Es el sis- tema corporal responsable de todo lo que hace nuestro cuerpo sin esfuerzo consciente, como la respiración, la digestión y la dilatación de las pupilas.
Por ejemplo, la respiración puede aumentar cuando estamos haciendo algo parti- cularmente divertido (como subirse en una montaña rusa) o disminuir la velocidad cuando participamos en una actividad placentera más relajante (como caminar por el bosque).
“Sonreír puede engañar a tu cerebro al elevar tu estado de ánimo, disminuir tu ritmo cardíaco y reducir tu estrés. La sonrisa no tiene que estar basada en una emoción real porque fingirla -o sonreír sin ganas- también funciona”, explica Diana Samuel, del Columbia University Medical Center, Estados Unidos.
Otros aspectos autónomos que pueden verse afectados por la alegría son la salivación, la sudoración, la temperatura corporal e incluso el metabolismo. Cualquier tipo de excitación emocional también puede afectar a los músculos lisos que se encuentran en las paredes de los órganos huecos (como el estómago, los intestinos y la vejiga).
Estos músculos involuntarios son responsables de funciones como el flujo sanguíneo y el movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo, por lo que podría ser una razón por la que el apetito aumenta o disminuye cuando sentimos emociones positivas.