Religión
Izamal recibe a religiosos y varias congregaciones
El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, encabezó la Convivencia de vida fraterna varonil, ayer, en el convento franciscano de Izamal
El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, encabezó y coordinó ayer en Izamal el encuentro de Convivencia de la vida fraterna (varonil), en el que estuvieron presentes representantes de las diversas congregaciones que prestan su ministerio a la arquidiócesis yucateca.
La reunión y convivencia se inició con el rezo de la corona franciscana; posteriormente, fray Juan Pablo Chávez habló de la historia del convento de Izamal, de la Virgen, de la llegada de los frailes y de otros asuntos religiosos importantes sobre el convento franciscano.
Ya en el camarín de la Virgen de la Concepción el arzobispo rezó el Dios te salve y luego cada uno de los grupos de las diferentes congregaciones se tomaron la fotografía del recuerdo para terminar con el ángelus.
La comitiva se dirigió luego al claustro del convento, donde el arzobispo encabezó la bendición de los alimentos. Posteriormente se dividieron en grupos para terminar un recorrido por separado del convento, y luego se reunieron para platicar de sus vivencias y experiencias como congregaciones.
La convivencia se realiza dos veces al año. Entre los representantes de las congregaciones presentes estaban el Instituto del Verbo Encarnado, Hijos de la Inmaculada Concepción, Clérigos Regulares de San Pablo, Hijos de María Inmaculada, Monjes, Adoradores Perpetuos del Santísimo Sacramento, Misioneros del Espíritu Santo, Oratorio de San Felipe Nery, Orden de la Merced y Misioneros Servidores de la Palabra.
Por motivos laborales propios de su ministerio y encargo no estuvieron presentes los Legionarios de Cristo, Maristas, Sociedad de San Pablo y Salesianos de San Juan Bosco.
El resto de las actividades
se realizaron en privado en el claustro del convento.
En el encuentro también tomaron parte sacerdotes de hasta cinco años de haberse ordenado.
Antes de iniciar su encuentro, los sacerdotes realizaron
un Viacrucis en el atrio del convento franciscano y pidieron por las vocaciones sacerdotales y que se ilumine el camino de su ministerio.
Luego, los sacerdotes se dirigieron a la capilla de la Tercera Orden donde estuvieron de 10 de la mañana a 3 de la tarde para charlar sobre sus reacciones, actitudes inconsistentes en el trabajo de su ministerio, ausencias en la fraternidad sacerdotal, efectividades mal asumidas, indiferencia de la vida espiritual y falta de control de carácter, entre otros temas.
De igual forma, como parte del encuentro, los sacerdotes hicieron un recorrido en el convento franciscano y posteriormente, en solemnidad, tuvieron un encuentro mariano con la santísima Virgen de la Concepción.—