Conoce Monte Saint Michel
Hay un fenómeno que es difícil ver a simple vista en nuestras costas yucatecas debido a la latitud en la que nos encontramos. Este fenómeno se llama marea y es el resultado del flujo y reflujo de las aguas del mar. Se puede apreciar con mayor facilidad en costas bastante más al norte y, en el caso de Europa Occidental, en la costa bretona de Francia, donde la altura del mar puede llegar a los 15 metros.
En este último sitio, cuando llega el flujo de agua a la costa, ésta corre —según los lugareños— a la velocidad de un caballo a galope. En el lugar, que se encuentra en la desembocadura del río Couesnon, hay una excrecencia granítica de aproximadamente 960 metros de circunferencia que se eleva sobre una llanura arenosa a 92 metros de altura.
Es el lugar de Francia más visitado por los turistas, sin contar la región parisina, y se le conoce como el Monte Saint Michel.
Desde la antigüedad en esta elevación vivían ermitaños celtas. En el año 708, Auberto —obispo de Avranches (más tarde canonizado como San Auberto)— recibió tres visiones del Arcángel San Miguel en las que le pedía que en dicho sitio se construyera una abadía para su veneración.
Primero se construyó una pequeña iglesia prerrománica, sin confundir con romana, sabiendo que románico fue un estilo arquitectónico propio del medioevo que precedió al gótico, mientras que romana es el gentilicio femenino de Roma.
Esta iglesia fue reemplazada más tarde por una construcción sólida de mayores
————— (*) Traductor, intérprete y filólogo dimensiones, similar a las que construyeron en otros lugares los padres benedictinos, quienes fueron los que se asentaron en ese lugar.
En el año 966 fue fundada la abadía benedictina del Monte Saint Michel. El islote, en el transcurso de su historia, ha pasado entre manos bretonas y normandas en la época en que estas dos regiones, hoy francesas, eran ducados independientes del Reino de Francia.
La construcción de la abadía, como la conocemos hoy, se inició en 1023 y se concluyó en 1085 formando una iglesia de 80 metros de largo en forma de cruz latina.
Desde mediados del siglo XIX el Monte Saint Michel es considerado monumento histórico de Francia y desde 1979 se encuentra en la lista de Patrimonios Mundiales protegidos por la Unesco.
La época de mayor asistencia al Monte Saint Michel es en verano y durante algunos fines de semana de primavera, cuando el clima es más propicio al viaje.
En un día pueden llegar de 12,000 a 16,000 personas, aunque ya desde finales del siglo XIX, antes de llegar a la Cúspide dónde está la abadía, hay toda una serie de hoteles y restaurantes para facilitar el confort de los peregrinos o simples viajeros.
Desde la costa se puede llegar al Monte Saint Michel, a pie sobre la arena si hay marea baja, o sobre un puente que en 2014 fue reconstruido y que se usa cuando la marea está alta o se espera la inminente crecida del mar.