Con lonjas y estrías, es mejor al natural: Target
Cadena promueve marcas con Bidot e Indhira Báez
MIAMI (EFE).— No al Photoshop y sí a las barriguitas, la celulitis y las estrías parece ser la consigna de la nueva campaña comercial de la cadena de almacenes estadounidense Target, la primera en su ramo en promover los trajes de baño con modelos “normales”, encabezadas por la puertorriqueña Denise Bidot.
La campaña #TargetSwim constituye la primera vez que una de estas grandes tiendas rechaza los retoques de las fotos en las computadoras de los diseñadores gráficos, con lo que se suma a la creciente tendencia de promover lo natural.
Marcas de ropa interior como Aerie, Lane Bryant y Adore ya habían hecho campañas con modelos diferentes, así como la compañía de productos de cuidado personal Dove.
“Para nosotros era importante usar fotografías que representaran la verdadera belleza”, dijo Jessica Carlson, portavoz de Target. “Se trata de empoderar a las mujeres para que se sientan cómodas con lo que se ponen”, agregó.
Así lo destacó también Denise, quien no sólo es una de las modelos curvilíneas más cotizadas del país, sino que es la creadora del movimiento #NoWrongWay (No hay una forma errada de ser).
“Se trata de inspirar a otros a que se amen exactamente como son, porque nuestras diferencias son las que nos hacen perfectos”, explicó la modelo.
“Nos encantó trabajar con estas mujeres, incluyendo a Denise, porque ellas representan la confianza en sí mismas e inspiran a las mujeres a sentirse orgullosas de quiénes son, sin importar el tamaño o la forma de su cuerpo”, indicó Carlson.
Expertos en mercadeo señalan que la tendencia de cuerpos naturales forma parte de un movimiento internacional que busca aterrizar los ideales de belleza que la publicidad y revistas de moda han promovido durante muchos años.
También ha sido impulsada por el interés de la generación del milenio por la autenticidad. Un estudio de la revista “Forbes” sobre los intereses de los nacidos en Estados Unidos entre 1982 y 1994 reveló que 43% sólo le entregan su confianza y sus dólares a los productos y empresas que perciben como auténticos.
Dove, una empresa del gigante Unilever, fue la primera en intentarlo en territorio de Estados Unidos. Su campaña “Real Beauty” ya tiene 13 años.
En su primera década, las ventas se duplicaron para llegar a 4,000 millones de dólares en 2014.