Industria mexicana, factor de desarrollo
La semana pasada tuve el gusto de asistir a la ceremonia de toma de posesión de la Directiva de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) durante la cual entregaron un premio al mérito industrial a Grupo Industrial Dondé por su gran aportación a la economía del Estado y generación de empleos —premio muy merecido—. Felicitaciones afectuosas a mis queridos amigos Carlos y Alejandro Gómory Rivas, así como a toda su familia, son ejemplo de una gran empresa “Familiar-Profesional-Institucional”.
Su presidente del Consejo de Administración, licenciado Alejandro Gómory Martínez, nos dirigió un hermoso mensaje sobre el motivo del éxito de esta extraordinaria empresa que no es más que una constante disciplina de trabajo, innovación ————— (*) Contador público certificado. Maestro en Finanzas. Consultor de empresas y de transmitir los grandes valores humanos procedentes de su prestigiada familia.
En esta ceremonia, los que intervinieron en dar los mensajes respectivos, incluyendo al gobernador del Estado, demostraron un gran profesionalismo empresarial y, sobre todo, optimismo en el desarrollo de la industria yucateca y las grandes expectativas del futuro. Esto es muy loable, sobre todo por los momentos que atraviesa nuestro país, época muy difícil en su economía dentro de la posición de un México clasificado como de “mercado emergente”.
Los datos que proporcionan los economistas no son muy alentadores en lo que respecta a nuestra industria que se encuentra estancada, producto de la incertidumbre que está generando la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que el presidente de la República había dicho se terminaría en este año, pero su canciller mexicano menciona que podría extenderse un año o más. La revista “Tendencias Económicas” nos reporta que a nivel global el sector de la transformación ha mejorado mucho, ya que sólo 44 economías de 20 encuestadas se ubican por debajo de 50 unidades, tres de ellas entre 49 y 50 puntos y sólo dos, Grecia y Brasil, con problemas de recesión clara e inobjetable. Las primeras cuatro economías pertenecen a Europa: Holanda, Alemania, Italia y España por sus bajas tasas de interés y una inyección constante de recursos y producción de materia prima a nivel global que ha permitido baja inflación. Se menciona que en los países intermedios su diferencia es menos de un punto, todos alrededor de 54 unidades; se trata de una zona de crecimiento moderado sostenido sin presiones inflacionarias importantes en donde se ubican Estados Unidos y Canadá, en tanto México, si bien está apenas por encima de 50 unidades, ha ido bajando de forma constante y nuevamente ha sido superado por China, que sí está creciendo, e India, que también avanza.
Mencionan que la mala noticia para México es que el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio ni siquiera ha empezado y que se solicitó tres meses para realizar consultas con su sector productivo y legisladores antes de tomar decisiones. Es claro que la industria mexicana se encuentra en problemas por diversos factores, siendo el principal la incertidumbre sobre la relación bilateral entre México y Estados Unidos en materia comercial y migratoria.
El indicador manufacturero mexicano de febrero del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) indica una disminución de 1.9 puntos, ubicándose en 46.8 unidades, con lo que acumula cuatro meses en zona de contracción. Este resultado de febrero indica una menor actividad en el sector manufacturero durante los próximos meses.
El reto para la industria mexicana es muy grande, pero precisamente este momento de crisis debe verse como de grandes oportunidades, sobre todo tomando en cuenta que nuestro propio mercado interno está requiriendo sustituir de alguna forma los productos de importación con nacionales, para este caso se requiere competitividad. La industria yucateca está demostrando entusiasmo para sacar adelante a sus empresas, podrá lograrse con inversión, innovación y trabajo; es momento de reunirse con el gobierno federal para los convenios de apoyo respectivos, no de tipo político, sino de efectividad para un buen desarrollo industrial. Soliciten financiamiento a tasas preferenciales, exenciones de impuestos, facilidades administrativas fiscales y diseño de nuevos modelos de créditos de la Banca de Desarrollo. Los empresarios de Yucatán saldrán adelante.— Mérida, Yucatán.