Regreso a Macondo
Lectura de “Cien años de soledad” con dos histriones
CIUDAD DE MÉXICO (Notimex).— Con ovación de pie fue recibido ayer en el Palacio de Bellas Artes el primer actor Ignacio López Tarso, quien, acompañado por su hijo Juan Ignacio Aranda, compartió algunos momentos cumbres de la novela “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez.
La sesión se desarrolló en ocasión de los 50 años de la publicación y abarrotó tanto la Sala Manuel M. Ponce como la Adamo Boari y la Internacional del recinto, donde se colocaron pantallas de transmisión en vivo.
Los textos fueron seleccionados por Arturo Rosales Ayala. Se escucharon los pasajes “El lleno”, “Remedios la Bella” y “La ciudad de los espejos”, con los que ambos actores atraparon las miradas y los oídos de seguidores de la obra del Premio Nobel de Literatura 1982.
“Se trata de tres momentos de una parte de la novela que exponen su enigmática belleza. Sin embargo, el mejor homenaje que podemos hacerle a cualquier creación literaria es leerla en su totalidad”, dijo Aranda.
López Tarso finalmente arrancó: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y caña brava, construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por leche de piedras pulidas”...
La lectura se realizó en el marco del ciclo “Leo, luego existo”, que busca acercar las producciones literarias a niños, jóvenes y adultos por medio de narraciones en voz alta a cargo de reconocidos actores de teatro, cine y televisión, que los invitan a sumergirse en una selección de textos de autores clásicos y contemporáneos.
Luego de los tres momentos mágicos que encerró la novela, ambos actores agradecieron la presencia del público, que, tal como ocurrió al principio de la actividad, dedicó prolongados aplausos de pie a padre e hijo.