Apoyo ambiental
Mérida es punta de lanza contra el cambio climático
Mérida es la primera ciudad mexicana que utiliza la herramienta tecnológica “ITree Eco, versión 6” para realizar el inventario del arbolado urbano de la ciudad, también servirá para el impacto de la lucha contra el cambio climático.
Es un sistema que integra datos de contaminación con dasométricos —medidas del tamaño del árbol, altura, follaje, etcétera—, que al reunirlos brindan el panorama del beneficio ambiental.
Horacio de la Concha, profesor investigador de la Universidad de Gales (en Reino Unido), es el responsable del proyecto “I-Tree Eco” en Mérida. En octubre pasado comenzó los trabajos preliminares del inventario y hasta el momento lleva un 70% de avance.
Él trabaja en coordinación con la Unidad Municipal de Desarrollo Sustentable y está convencido de que el plan de combate al cambio climático que emprende el alcalde Mauricio Vila Dosal va en serio, y no duda en señalar que Mérida es punta de lanza en este tema.
El inventario de árboles es un trabajo que recopila información con conjunto con grupos de estudiantes de las universidades Autónoma de Yucatán y Marista.
El ingeniero De la Concha explicó que el objetivo de esta herramienta tecnológica, desarrollada por el Servicio Forestal de Estados Unidos, es mostrar el camino para los esfuerzos de reforestación y medir el impacto de la lucha contra el cambio climático. Hoy día, este sistema se utiliza en al menos 20 países.
A estas alturas del proyecto, está por terminar el primer registro de árboles en
las 600 parcelas de 452 metros, que en global miden 24 mil hectáreas.
El “I-Tree Eco” permite un análisis de esos datos. Una vez con la información capturada y procesada obtendrá información útil para el manejo y las replantaciones.
De la Concha prevé la aplicación de un programa en especial porque las especies identificadas como más sembradas
en Mérida son las frutales, específicamente la naranja agria. El 14% de la población de árboles en la ciudad (de los cuales se muestrearon mil 400) es de esa variedad.
La enfermedad Huang Lubin es muy crítica para la especie de cítricos, y siendo la naranja agria de suma importancia para la región, el investigador planea una recomendación para poner especial atención a estos árboles y explicar a la gente en qué consiste para evitar su propagación.
“La información generada por el inventario nos ayudará a orientar y ser muy puntuales y específicos de los problemas que se presenten, y poco a poco mejorar el arbolado urbano”, señaló. “Una de las fortalezas de ITree es que se podrá evaluar cuál es la capacidad de los árboles para retener carbono. Con los datos dasométricos, los algoritmos y ecuaciones del programa arrojarán respuestas como ‘Esta especie, con 20 metros de altura, diámetro de 35, tiene dos toneladas de carbono’”.
En un mes tendrá el dato exacto de cuánto carbono los árboles fijan al año y cuánto carbono “secuestrado” tienen dentro la madera del árbol.—