Con la mirada en el interior
Misa de envío de 2 mil jóvenes que se irán de misión
“Vayan con la mirada de Dios”, indicó el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, a jóvenes que participarán en las misiones de Semana Santa.
La exhortación la hizo en la misa de envío que ofició ayer a las 4:30 p.m. en Cristo Rey ante un grupo representativo de las dos mil personas que llevarán la Comunión y el Evangelio a comunidades retiradas.
“Dentro de 15 días estarán iniciando la Semana Santa en distintos lugares de Yucatán, especialmente entre los más pobres y necesitados de la presencia amorosa de grupos de nuestra Iglesia”, señaló, tras afirmar que con la celebración eucarística ya se podía “oler” la Pascua.
En su homilía, el Arzobispo pidió a los jóvenes observar el interior de las personas en lugar de su exterior. “Muy seguramente verán el exterior de pobreza, enfermedad, tantas limitaciones; pero ustedes van a ver el interior y allí descubrirán la fe de las personas, allí van a encontrar su valores, sus sentimientos”, subrayó.
Señaló que incluso las personas que misionarán en el reclusorio podrán ver a los internos más allá de su exterior. “En cualquier persona, en la peor condición humana o moral, viendo en el interior van a descubrir la común dignidad de los hijos de Dios”, manifestó.
Añadió que también quienes se dedican al crimen organizado son hijos de Dios y necesitan la conversión. “Habría que decirles a la cara: ‘Dios te ama, aléjate de ese mundo’”.
Advirtió que se vive en un mundo descarado en que los hijos de las tinieblas no actúan tan en secreto. “La misma televisión ya no esconde escenas y a cualquier hora del día hasta los pequeños se pueden encontrar con algo que no les conviene. El mundo de hoy es cada vez más descarado”. Y citando a San Pablo señaló que hay que reprobar las malas obras.
Muchos jóvenes ante esas situaciones intentan no parecer
retrógradas y sí en cambio de mente abierta. “Cuidado, porque los ‘open mind’ pueden terminar compartiendo lo que no se atreven a condenar”.
Agregó que hay que hacer caso a lo que dice San Pablo: poner distancia entre las obras de los hijos de las tinieblas y las de los hijos de la luz.—