“Virtudes heroicas”
Abren el proceso para canonización de Juan Pablo I
CIUDAD DEL VATICANO (EFE).— El papa Francisco reconoció las virtudes heroicas del siervo de Dios —primer paso hacia la santidad— del papa Juan Pablo I, que fue Pontífice durante 33 días en 1978, informó ayer la Santa Sede.
El papa Francisco aprobó sus virtudes heroicas durante una audiencia que mantuvo el miércoles con el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, según detalla el Vaticano en un comunicado.
Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912 en el municipio de Forno di Canale, actualmente llamado Canale d'Agordo, en la provincia de Belluno, en el Véneto.
Fue elegido Pontífice sucesor de Pablo VI, fallecido el 6 de agosto, el 26 de agosto de 1978, en el segundo día del cónclave, y optó por el nombre de Juan Pablo I, una combinación de los nombres de sus dos antecesores, Pablo VI y Juan XXIII.
El 28 de septiembre falleció, con lo que estuvo al frente de la Iglesia católica solo durante 33 días, protagonizando el papado más breve del siglo XX y uno de los más cortos de la historia.
Durante su breve pontificado, el llamado “Papa de la sonrisa” ofició dos misas, envió un mensaje “Urbi et Orbi” (radiofónico), celebró cuatro audiencias, cinco Angelus y nueve discursos.
La vaticanista Stefania Falasca, vicepostuladora de la causa de canonización de Juan Pablo I, recién publicó el libro “Papa Luciani. Crónica de una muerte”, en el que desmiente la tesis sobre una conspiración en el Vaticano que llevó a su muerte y justifica que falleció por causas naturales.
En la Iglesia católica para poder ser canonizado es necesario seguir varias etapas: la primera de ellas es el reconocimiento por parte del Pontífice de sus virtudes heroicas, con el que pasa a ser considerado “Venerable Siervo de Dios”.
Después, el venerable puede ser beatificado cuando se certifique que se ha realizado un milagro debido a su intercesión y canonizado (declarado santo) cuando se haya generado un segundo milagro, que tiene que ocurrir después de ser proclamado beato.