Castigo para la cúpula militar
Sanciones contra Cuba afectarían a emprendedores
LA HABANA (EFE).— Con las restricciones a los viajes a Cuba y los negocios con firmas vinculadas a las Fuerzas Armadas, Estados Unidos pretende castigar a la cúpula militar del país, que controla buena parte del sector turístico, aunque esas sanciones serán más nocivas para los emprendedores del sector privado que el presidente Donald Trump dice proteger.
Las medidas, que entraron ayer en vigor, suponen un cerrojazo a los negocios desde Estados Unidos con el conglomerado Gaesa, dueño de Gaviota —principal grupo turístico con 83 hoteles, que albergan casi la mitad de las 65,000 habitaciones que hay en la isla—, o Cimex, que posee la mayor red de tiendas minoristas y controla en torno al 10% del intercambio comercial de la isla.
Desde hace un año tiene el mando de Habaguanex, la empresa estatal propietaria de los hoteles, comercios y restaurantes de La Habana Vieja, casco histórico de la capital cubana, el lugar de la isla por el que pasan más turistas.
“Gaesa tiene un peso importante, sobre todo en el turismo, pero el 70% de la economía cubana se sustenta en sectores fuera de su control, como el azucarero, el níquel, la producción de ron o tabaco, la biotecnología o la explotación de petróleo”, explicó ayer Juan Triana, del Centro de Estudios de la Economía Cubana.
Hay poca transparencia en Cuba sobre la magnitud de Gaesa, cuyos tentáculos llegan también a la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, proyecto estrella de Cuba para atraer capital foráneo, y a entidades del sector de defensa y seguridad, con las que las empresas estadounidenses tampoco podrán hacer negocios.
Es también dueño de una mínima parte de Etecsa, el monopolio estatal de las telecomunicaciones, aunque esa firma no figura en la “lista negra” de empresas cubanas publicada por el gobierno estadounidense.
Pese a las restricciones de Estados Unidos, Triana aseguró que los negocios de Gaesa no sufrirán demasiado, ya que los intercambios con empresas estadounidenses son “casi insignificantes”.
Sin embargo, la peor parte del impacto de las nuevas sanciones se la va a llevar el pueblo cubano, en particular el más de medio millón de emprendedores del sector privado, que indirectamente emplea a en torno al 25% de la fuerza laboral.
Según Triana, la postura de Estados Unidos es “absolutamente hipócrita, tonta e ingenua” al afirmar que su objetivo es “alentar al gobierno a avanzar hacia una mayor libertad política y económica para el pueblo”.
“Si dificulta los viajes de estadounidenses, los que van a sufrir son los cuentapropistas que tienen restaurantes o casas de renta y que viven fundamentalmente del turismo”, explicó Triana.