“Juegan con la pobreza”
Presiones de las firmas eólicas a grupos ejidales
Las empresas internacionales de generación de energía eólica juegan con la pobreza porque ya vieron que con cualquier cantidad de dinero van a engañar a las personas, señaló Severiano Gutiérrez Celis, comisario ejidal de Sinanché.
“Inicialmente prometieron que en uno o dos años harían un depósito de dinero adicional para que fuera como un fondo de la pensión de los campesinos”, agregó.
“Tenemos bastantes tierras ejidales que no se pueden trabajar porque somos de escasos recursos y tampoco hay programas de apoyo, entonces la empresa dice ‘Les podemos pagar 125 pesos cada seis meses’ y la gente dice ‘Lo que caiga es bueno’ porque la gente lo necesita, ya que la mayoría tiene una edad avanzada”, dijo.
“En la primera renta de 1,087 hectáreas hasta yo caí, porque firmé, pero para la
segunda ya no. Nuestras tierras están pegadas con San Crisanto y allí el proyecto puede afectar bastante porque hay manglares y rentan otras 850 hectáreas con la misma cantidad, haciendo cuentas nos están pagando 70 centavos diarios por ejidatario”, indicó.
“Cuando rentaron los terrenos para la línea de transmisión ofrecieron un solo
pago de 400 pesos, los ejidatarios pasaron y firmaron seis veces en papeles en blanco y cuando recibieron el sobre sólo tenían 300 pesos, ya que supuestamente el faltante fue para pagar IVA”.
Cotidiano
Pedro Salas Couoh, comisario ejidal de Cansahcab, expuso que casi todos los días están detrás de ellos para hacer una oferta económica a fin de que se suspendan las demandas contra las empresas. “Un representante de la empresa nos visita cada tres días y está presionando. Desde antes que recibiera la comisaría ya estaban detrás de mí con la ‘lana’ para que desistiera de las demandas”, abundó.
Luego señaló que lo han visitado con un “sabucán con 100 mil pesos” para que acepte las condiciones de la empresa, pero dijo que fue elegido para defender a su gente, no para traicionarla.
Arcadio Tamayo Angulo, comisario de Motul, apuntó que los representantes de las empresas de las veletas llegaron en una camioneta de forma muy amable, pero ya había escuchado pláticas de otros ejidatarios de que estaban ofreciendo dinero y no ha cedido a sus ofertas. “Nunca voy a traicionar a mis compañeros porque ellos me conocen, se dan cuanta cómo trabajo, no voy a recibir dinero a espaldas del ejido porque quiero vivir tranquilo con lo poco que tengo, con lo poco que uno busca”.—